Advertencia siria a defender soberanía tras ataque israelí | El Nuevo Siglo
Jueves, 31 de Enero de 2013

Siria protestó ante las Naciones Unidas por el ataque aéreo de la aviación israelí el miércoles contra un centro de investigación militar en su territorio, que fue criticado por Rusia, Irán y la Liga Arabe.

 

El gobierno sirio advirtió además que Siria tiene el derecho de "defenderse y de defender su territorio y su soberanía" y responsabilizó de las eventuales consecuencias de la agresión a "Israel y los estados que lo protegen en el Consejo de Seguridad".

Por su parte, el viceministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hosein Amir Abdolahian, dijo que el ataque aéreo israelí tendrá "graves consecuencias".

 

Poco antes Rusia había manifestado su preocupación.

"Si se confirma esta información, ello significa que hubo bombardeos sin ninguna justificación en territorio de un Estado soberano, lo cual viola groseramente la carta de la ONU y es inaceptable, cualquiera sea el motivo", indicó un comunicado de la cancillería rusa.

Hasta el momento, Israel mantiene un absoluto silencio oficial sobre el asunto.

El bombardeo, que causó la muerte de dos personas, según los sirios, es el primer ataque israelí contra Siria desde 2007 y sobre todo desde marzo del 2011, cuando estalló la revuelta contra el presidente Bashar al Asad que luego se convirtió en guerra civil.

Por su parte, el jefe de la oposición, Ahmed Moaz al Jatib, denunció la pasividad del régimen sirio frente al ataque israelí, en declaraciones a la televisión qatarí Al Jazeera.

 

"Los aviones israelíes vinieron y tus aviones sólo sirven para destruir las mezquitas y las universidades y matar a los civiles", dijo Jatabi dirigéndose al presidente sirio Bashar al Asad.

Jatabi se encuentra en El Cairo, donde la oposición celebra una reunión que se anuncia tumultuosa debido a sus declaraciones de la víspera en las que dijo que estaba "dispuesto a discusiones directas con representantes del régimen sirio en El Cairo, Túnez o Estambul".

 

Entre tanto, sobre el terreno proseguía la violencia.

Este jueves, militares y rebeldes se enfrentaban en el sur de Damasco, bombardeado asimismo por la artillería del régimen, informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

Este Observatorio, que utiliza una red de activistas y de médicos como fuente de información, afirma que también hay combates cerca del campamento de refugiados palestinos de Yarmuk y bombardeos en la periferia este de la capital.

 

En la ciudad de Homs, más al norte, el barrio de Jaldiyé, asediado desde hace más de seis meses por el ejército, estaba bajo el fuego de cohetes, según el OSDH.

En El Cairo, la oposición siria debía adoptar el jueves una posición oficial con respecto a la invitación al diálogo que hizo el régimen para salir de la crisis.

El miércoles, el jefe de la oposición Ahmed Moaz al Jatib provocó revuelo al declarar que estaba dispuesto a discusiones directas con representantes del régimen.

"En señal de buena voluntad para una solución política a la crisis y para abrir el camino a un período de transición que ponga fin al derramamiento de sangre, anuncio que estoy dispuesto a negociaciones directas con representantes del régimen", afirmó Jatib.

 

El embajador de la oposición en París descartó que el diálogo incluyera a Asad o a su entorno, pero la posición de Jatib causó malestar en filas del Consejo Nacional Sirio, principal fuerza de la coalición opositora, que insiste en rechazar cualquier diálogo antes de que el presidente sirio abandone el poder.

Sin embargo Jatib puso dos condiciones previas: la liberación de "las 160.000 personas" detenidas y la renovación de los pasaportes de los sirios en el extranjero para que no sean detenidos a su regreso al país.

El gobierno sirio, que aspira a organizar el diálogo en Damasco, no reaccionó aún a esa declaración.

 

Sin embargo, el diario Al Watan, cercano al poder, destacó "las divisiones de la oposición siria en el extranjero, incapaz de adoptar una posición común", lo que contrasta la oposición tolerada que el martes se reunión en Ginebra y "aprobó la idea de un diálogo".