El presidente estadounidense Barack Obama se trasladó al departamento de una docente en Virginia (este), donde alertó sobre el costo humano de errar en las soluciones al "precipicio fiscal" en materia impositiva y la crisis de austeridad.
Obama estuvo sentado en la mesa de la cocina de la docente Tiffany Santana, desde donde volvió a advertir que no aceptará ningún acuerdo con los republicanos que no incluya aumentar los impuestos a los más ricos.
El presidente señaló que Tiffany, su esposo Richard Santana y su familia, incluyendo a su hija Noah, de seis años, tienen "sueños y ambiciones" que trabajaban duro para cumplir con sus responsabilidades.
"Que ellos lleven la innecesaria carga del desacuerdo entre Demócratas y Republicanos para resolver esos problemas da una noción de los costos en términos personales", declaró Obama.
Si no se alcanza un acuerdo sobre la forma de afrontar el denominado "precipicio fiscal", una mezclade aumentos automáticos de impuestos y recortes masivos del gasto, los gravámenes sobre todos los estadounidenses subirán el 1º de enero.
Obama quiere extender los recortes impositivos de la era George W. Bush para casi todos los estadounidenses, pero pretende gravar la franja del 2% de los más ricos, y que pasen a pagar de 35 a 39,6% para financiar los recortes.
"El mensaje que todos queremos enviar al Congreso es que éste es un problema solucionable", dijo Obama.