Frente a las cifras que indican el aumento de recursos que están ingresando al país en su mayor parte destinados al sector minero-energético, el Gobierno confirmó finalmente la presencia de la ‘enfermedad holandesa’ en la economía.
Este hecho es uno de los que deberá enfrentar la administración si quiere bajarle el tono a la revaluación del peso y que tantos estragos está causando al sector exportador.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dijo que ante este hecho ya cuenta con el antídoto necesario para evitar esa enfermedad, uno de ellos es que el bajo precio del carbón va a desestimular el consumo lo que puede empujar el precio del dólar hacia la meta de equilibrio que puede ser de 1.950 pesos.
De acuerdo al analista Bernardo Ramírez, se afirma que en un país hay presencia de la ‘enfermedad holandesa’ cuando se presenta un crecimiento inesperado en sus ingresos en divisas, principalmente destinados a la explotación de recursos naturales.
“Esos recursos son invertidos, explotados y luego exportados, con lo que se perciben grandes ingresos. Este hecho causa inmediatamente un efecto negativo en otros sectores productivos que son grandes generadores de empleo. Al mismo tiempo, la masiva entrada de divisas, provoca la revaluación del peso, que inmediatamente traslada ese impacto entre los exportadores que pierden competitividad con sus productos”, sostiene el experto.
La reacción del Gobierno se dio ante la advertencia hecha por el secretario general y economista jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Pier Carlo Padoan, en las que afirmó que en el país hay síntomas de la ‘enfermedad holandesa’ en la economía debido al auge del sector minero mientras que otros renglones productivos no son atractivos.
El ministro de Hacienda dijo que se ha tomado el tratamiento necesario para evitarla. Hacia adelante “debe haber menos preocupación con la ‘enfermedad holandesa’, porque se modera el ritmo de crecimiento del sector minero-energético. No será fácil sostener tasas del 15%, vamos a pasar a tasas del 6%, y los precios de los productos que exporta Colombia, particularmente el carbón, tienen una tendencia a la baja por la aparición del gas esquisto”.
Este tipo de gas se encuentra en el interior de rocas porosas llamada esquisto, y pertenece a la categoría de los gases naturales no convencionales.
Para el ministro de las finanzas públicas, este tipo de gas esquisto está reemplazando al carbón como fuente de energía en los Estados Unidos.
“Por eso es que nosotros estamos convencidos de que va a haber un ajuste en los precios de los activos, y cuando yo hablo de una tasa de cambio (dólar) de 1.950 pesos no es que me la saque del bolsillo, sino es viendo las tendencias de lo que es el crecimiento futuro del sector minero-energético”, explicó.
En cuanto a las medidas adoptadas por el Banco de la República y el Gobierno para atenuar la revaluación, a las que no reaccionó positivamente el mercado del dólar, el ministro consideró que no se espera que produzcan efectos de un día para otro, “pero aseguró que la economía colombiana va a una tasa de cambio más competitiva por las mismas condiciones como está funcionando, por lo que pasa también en el sector minero-energético, o por la caída en los precios del carbón”.
Para el funcionario, hay una serie de elementos que “a mí no me deja la menor duda de que la economía va a moverse hacia una tasa de cambio más alta”.
El gerente del Banco central, José Darío Uribe, indicó que a las medidas adoptadas para reactivar el precio del dólar “hay que darles tiempo al tiempo. Nosotros vimos una oportunidad para acumular más reservas internacionales y eso fortalece la economía colombiana”.
Un informe del Banco de la República muestra que al finalizar los primeros 15 días de enero de este año, el saldo de las reservas internacionales llegó a los 37.635 millones de dólares, lo que significa que en este periodo crecieron 168,7 millones de dólares frente al saldo con que terminó 2012