Una de las preguntas que ayer se repetía con insistencia tras confirmarse el triunfo de la reelección era cuál sería la coalición de gobierno que acompañará el segundo mandato de Juan Manuel Santos.
De entrada es claro que la Unidad Nacional volverá a ser la base del bloque político y parlamentario del Gobierno. Los partidos de La U, Liberal, Cambio Radical y Conservador se constituirán de nuevo como la base de la coalición y con ellos se garantiza que tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes la Casa de Nariño contará con más de la mitad de los votos para sacar avante sus principales proyectos.
Aunque ayer existían dudas respecto a qué pasará con los congresistas conservadores que apoyaron la aspiración de Zuluaga, lo cierto es que el 20 de julio la bancada de ese partido volverá a actuar como una sola, como lo manda el régimen legal, dejando atrás la división que se presentó en medio de la contienda presidencial.
En sólo Senado la coalición suman más de 60 escaños, a los que podrían sumarse eventualmente los cinco de Opción Ciudadana, que podría entrar en la alianza oficialista en los primeros meses del nuevo mandato. Aunque la Alianza Verde insiste en que mantendrá la independencia, es decir que no entrará a la coalición, es claro que en determinados temas, sobre todo los relacionados con la paz, acompañará al Gobierno. Lo mismo podría decirse del Polo, que se ratificó ayer como partido en oposición, aunque es evidente que no por ello se unirá a la bancada del Centro Democrático, que si bien cuenta con casi 40 parlamentarios en Senado y Cámara, tiene profundas diferencias políticas e ideológicas con el partido de las toldas amarillas.
¿Habrá dos coaliciones: una alrededor de la paz y otra relacionada con el apoyo a la acción general del Gobierno? Es muy complicado, toda vez que con el pasar de las semanas volverán a evidenciarse las diferencias políticas entre los partidos típicamente santistas con el Polo y la Alianza.
Lo que sí puede esperarse es que en materia de representación en las mesas directivas del Senado y la Cámara se presenten algunos acuerdos más amplios que la misma Unidad Nacional. Por ejemplo, ya se hablaba ayer de cupos en las Segundas Vicepresidencias de ambas cámaras para el Polo o los de la Alianza. Las Presidencias y Primeras Vicepresidencias serán rotadas entre los partidos de la Unidad Nacional.
También será clave esa apertura en materia de elecciones inmediatas en el Congreso como la del titular de la Contraloría General, que quedará en cabeza seguramente de un representante de La U o los liberales.
Hasta anoche era claro que el Polo ni la Alianza entrarán al Gobierno por la vía de cuotas en ministerios y otros altos cargos. Sin embargo, puede que sí acepten encargos en temas relacionados con los procesos de paz.
También se daba por sentado anoche que el gabinete actual renunciará en pocas semanas y el presidente Santos ajustará sus titulares acorde con el nuevo mapa político.
Las reformas urgentes que se vienen
Ya el primer gobierno de Santos se caracterizó por una gran cantidad de iniciativas reformistas llevadas al Congreso. A juzgar por lo que expresó en la campaña, el comienzo del segundo cuatrienio tendrá un sello semejante.
Entre las reformas que seguramente presentará Santos al Congreso está la de la justicia, con los elementos fundamentales que contenía el malogrado proyecto anterior.
“Trabajaremos con la Rama Judicial en una reforma que reduzca la impunidad para los llamados delitos menores, que no lo son cuando los hampones matan por un celular. La Fiscalía ya creó la Unidad de
Seguridad Ciudadana”, precisó Santos en sus propuestas, agregando que “fortaleceremos la Policía Judicial, mejorando la investigación criminal y los procesos probatorios (registro de ADN)” y “crearemos más cupos en las cárceles con rápida ejecución de proyectos”.
Sobre la reforma a la educación, dijo que “llevamos dos años negociando una nueva reforma con todos los actores. Ya han sido aprobados 6 de los 10 puntos”.
“Llevamos 2 años negociando en la instancia que se debe negociar una nueva reforma, donde están participando estudiantes, rectores y padres de familia. Es así como podremos sacar adelante esa gran reforma, sin la necesidad de imponer aspectos que son controvertibles”, aseguró.
También dijo que en sus planes está el fortalecimiento de la universidad pública, especialmente con el aumento de 400.000 cupos y el fomento del bilingüismo.
En tanto que sobre la reforma política dio puntadas al indicar que "pienso que la reelección debemos abolirla y así podríamos ampliar el periodo presidencial de unos 5 a 6 años", dijo sobre este tema, que podría incluir a gobernadores y alcaldes.
También sería parte de la reforma política el tema de la eliminación del voto preferente. “Necesitamos unas reformas que nos vayan acoplando a las circunstancias”, dijo, y agregó que “el voto preferente deberíamos abolirlo, abolir la reelección y desaparecer la figura de la vicepresidencia y volver a la figura del designado”, puntualizó Santos.
Santos acogió el plan de implementar la circunscripción electoral mixta para la elección del Senado, el fortalecimiento de la financiación estatal de las campañas electorales y la elaboración de un estatuto para los servidores públicos de elección popular.
“Durante el periodo que se inicia en agosto de 2014, avanzaremos en la búsqueda de la paz y promoveremos una nueva apertura democrática para consolidar el sistema político incluyente y pluralista con un adecuado sistema de pesos y contrapesos”, sostuvo