El magnate estadounidense Sheldon Adelson, que planeaba construir un controvertido macrocomplejo de casinos en Madrid, creando decenas de miles de empleos en un país con altísima desocupación, anunció que renuncia al proyecto por no encontrar en España "los criterios necesarios".
El proyecto, bautizado Eurovegas, consistía en la construcción en tres fases, en el suburbio madrileño de Alcorcón, de 12 hoteles -unas 36.000 habitaciones- nueve teatros, tres campos de golf y salas de congresos en torno a los casinos.
La primera fase, formada por cuatro hoteles de 3.000 habitaciones cada uno, casinos e instalaciones de ocio, con una inversión de 6.800 millones de euros, debía poner su primera piedra en diciembre y estar terminada en 2017, habían anunciado con gran pompa en febrero la empresa de Adelson, Las Vegas Sands, y el presidente regional de Madrid, Ignacio González.
La compañía estadounidense había asegurado que el conjunto del proyecto podía crear unos 260.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, despertando el interés de la autoridades regionales en un país golpeado por un 26% de desempleo.
Pero para instalarse en España, Adelson pedía ventajas fiscales y exenciones en sus casinos a normativas como la ley antitabaco española, una de las más estrictas de Europa.
Según la prensa española, habría exigido también una indemnización en caso de que dichas normas cambiasen en el futuro.
"Después de meses de conversaciones continuadas a varios niveles con el Gobierno de España", afirmó Adelson este jueves, "no vemos un camino que pueda conducir a obtener los criterios necesarios para sacar adelante este desarrollo de gran escala", agregó, citado en un comunicado.
Por ese motivo, Las Vegas Sands "no presentará una propuesta formal de invertir 30.000 millones de dólares en una serie de Resorts Integrados en Madrid", según el comunicado.
El magnate estadounidense, que aseguraba soñar desde hace más de una década con este proyecto, cuya construcción total habría necesitado entre 15 y 18 años, decidió así recentrar su "búsqueda intensa de oportunidades en Asia", añadió.
"El desarrollo de Resorts Integrados en Europa ha sido una idea personal desde hace años, pero hay un tiempo y un lugar para todo y en este momento nuestra atención se centra en impulsar países asiáticos, como Japón y Corea", afirmó Adelson.
El proyecto de Eurovegas debía "hacer de Madrid el centro de referencia a nivel internacional de congresos, de ferias, de exposiciones y de ocio en el sur de Europa", había afirmado en febrero González, cuyo ejecutivo, dispuesto a atraer a toda costa la inversión a su región, había competido duramente con Barcelona.
Para ello había llegado a modificar hace un año la legislación regional para "eliminar trabas administrativas" y bajar impuestos, en especial el relativo a los ingresos del juego, al que se debía aplicar una tasa única del 10%.
Denunciando excepcionales ventajas fiscales y temiendo que el macrocasino atrajera prostitución y blanqueo de capitales, además de un retorno a los excesos de la época de la burbuja inmobiliaria española, los detractores de Eurovegas, entre ellos la oposición de izquierdas y la influyente Iglesia católica, habían organizado movilizaciones.
"Se crea una isla normativa y legal a medida de este señor Adelson", había denunciado Pepa López, portavoz del pequeño partido de izquierda Equo, quien solicitó una investigación de la Comisión Europea. "Constituye de facto un paraíso fiscal en territorio de la Unión Europea y puede dar lugar al blanqueo de dinero", había dicho a la AFP.
Mayor empresa de casinos del mundo por capitalización, Las Vegas Sands, propietaria de complejos en Estados Unidos, Singapur y Macao, fue investigada por presunto blanqueo de capitales por las autoridades norteamericanas.
El asunto se zanjó con un acuerdo para que la compañía pagase 47 millones de dólares a las arcas públicas estadounidenses./AFP