El jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, descartó en Madrid que vaya a renunciar, como pide la oposición debido al escándalo de corrupción que lo salpica y denunció un "chantaje" contra el Estado de derecho.
"Voy a cumplir el mandato que me han dado los españoles", dijo Rajoy en una conferencia de prensa, durante la cual afirmó que el "estado de derecho no se somete a chantaje" y que la justicia seguirá su trabajo "con absoluta independencia".
El jefe de gobierno conservador hizo estas declaraciones en el mismo momento en que Luis Bárcenas, el ex tesorero del Partido Popular en el corazón de este escándalo por presunta financiación oculta de la formación, declaraba ante un juez de instrucción por las nuevas revelaciones aparecidas en los medios sobre este caso.
Tras la publicación de nuevos datos comprometedores para el gobierno, la oposición socialista reclamó el domingo la dimisión de Rajoy, en el poder desde finales de 2011 y presidente del PP desde 2004.
El 9 de julio, el diario de centroderecha El Mundo publicó unos documentos contables manuscritos que probaban, en su opinión, que Rajoy había cobrado sobresueldos ilegales entre 1997 y 1999, cuando era ministro del gobierno de José María Aznar.
El domingo, el mismo periódico divulgó el contenido de varios mensajes SMS atribuidos a Bárcenas y Rajoy en los que, según la publicación, el jefe de gobierno pedía al ex tesorero "que negara la contabilidad B y los sobresueldos".