El gobierno de Colombia, la guerrilla de las Farc y la oposición deben llegar a un "amplio" acuerdo "lo más rápido posible" para poner fin a 52 años de conflicto armado, dijo el miércoles el jefe de la misión de la ONU en ese país, Jean Arnault.

El inesperado rechazo en un plebiscito al pacto de paz con las Farc hizo emerger un "muy fuerte consenso de que no puede haber un retorno a la guerra", sostuvo Arnault en una conferencia de prensa en la sede de la Organización de Naciones Unidas.

También contribuyó a generar un gran consenso sobre que "la gente quiere un acuerdo y lo quiere rápido" y que la ONU debe llevar a cabo la verificación del cese al fuego, añadió.

"Tenemos dos preocupaciones que hemos manifestado a los liderazgos: la primera es que este proceso sea lo más rápido posible (...) Al mismo tiempo necesitamos el pacto más amplio posible" que refleje las sensibilidades del país, indicó.

Arnault confirmó que el jefe de la ONU, Ban Ki-moon, recomendará en una carta al Consejo de Seguridad que una misión de la ONU verifique el cese al fuego entre las Farc y el gobierno de Juan Manuel Santos pese al revés electoral del 2 de octubre.

"El secretario general va a recomendar esto (...) Vamos a recomendar al Consejo que efectivamente responda al pedido de verificar el protocolo del 13 de octubre" firmado entre el gobierno y las Farc en La Habana, dijo.

El representante especial de Ban y jefe de la misión de la ONU en Colombia dijo que no vale la pena que el Consejo de Seguridad apruebe una nueva resolución al respecto porque no hay muchas cosas que cambian en relación al protocolo anterior que sería adoptado si triunfaba el plebiscito.

El Consejo ya dio el martes su apoyo unánime al proceso de paz en Colombia y se mostró favorable a que la ONU siga verificando el cese al fuego, pero espera la carta de Ban para aprobarla.

El protocolo del 13 de octubre establece "una nueva separación de fuerzas que en nuestra opinión es un compromiso muy, muy serio y equivale de alguna manera al fin del conflicto", sostuvo Arnault. "Es el cese al fuego definitivo, no tiene límite de tiempo", explicó.

En ese documento, no divulgado hasta ahora por el gobierno o las FARC, "las dos partes han acordado que los combatientes y la milicia de las FARC se concentrarán en un número de áreas, posiblemente entre 50 y 60", que estarán separadas de las unidades del ejército por un mínimo de 3 km, precisó.

También acordaron "cesar cualquier acción ofensiva entre las dos partes" y "un compromiso muy fuerte con la población civil".

La ONU verificará el cese al fuego de manera tripartita -con observadores de la organización, del gobierno y de las FARC- en las 27 zonas federales acordadas previamente, pero no la dejación de armas, que se posterga hasta la firma del nuevo acuerdo.

La verificación se realizará a través de visitas periódicas y no por la vía de la presencia permanente en esas 27 zonas, como preveía el acuerdo anterior.

La cantidad de observadores de la ONU en Colombia bajará de los 450 previstos a 400, ya que solo se ocupará por ahora de la verificación del alto al fuego, detalló Arnault.

El alto funcionario de la ONU dijo que no ha recibido ningún pedido para participar en las negociaciones de paz que el gobierno lanzará la semana próxima con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Quito.

"Pero esperaría (...) que el consenso por la no violencia" que ha surgido últimamente en Colombia "tenga un impacto en las negociaciones" con esa guerrilla, afirmó.