Acuerdo con Farc antes de 2015, objetivo de Santos | El Nuevo Siglo
Jueves, 20 de Marzo de 2014

El presidente, Juan Manuel Santos, candidato a la reelección, se ha lanzado a la campaña con la fuerte convicción de poder alcanzar un acuerdo con la guerrilla FARC "antes de fin de año", pese a los "enemigos de la paz".

 

Coincidencia de la historia: la primera vuelta de la presidencial, el próximo 25 de mayo, tendrá lugar solamente dos días antes del 50º aniversario de la creación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC comunistas), la más antigua guerrilla de América Latina.

Colombia sufre un conflicto armado que ha provocado centenares de miles de muertos y cerca de cinco millones de desplazados en el país.

"No podemos condenar a más generaciones de colombianos a una guerra sin fin y sin sentido", afirmó Santos en una entrevista que respondió por escrito, acordada en exclusiva a la AFP.

Antes de llegar a la presidencia en 2010, Santos, un dirigente de centro derecha, se desempeñó como ministro de la Defensa del anterior mandatario Alvaro Uribe, y desde ese cargo infligió a las FARC sus más fuertes pérdidas militares.

Pero a mitad de su actual periodo, anunció al país que había llegado la hora de la paz y abrió las conversaciones con la guerrilla, que se desarrollan desde noviembre de 2012 en Cuba, sin cese del fuego.

"Hoy estoy más optimista frente a las posibilidades de éxito del proceso que cuando comenzamos, pues los avances nos permiten serlo", confió Santos, impulsor de este cuarto intento de negociaciones con las FARC en la historia de Colombia.

"Es posible lograr un acuerdo final de terminación del conflicto antes de concluir este año", insistió, recordando los consensos básicos ya alcanzados: la necesidad de una reforma agraria, principal reivindicación de la guerrilla, y las garantías para que los rebeldes desmovilizados puedan integrarse a la actividad política legal, como lo hicieron antes excombatientes de otros grupos armados.

En el entorno del jefe de Estado, no se excluye la lograr antes de la primera vuelta de la elección presidencial un acuerdo sobre el tema actual de las conversaciones: las drogas ilícitas, siendo Colombia el primer productor mundial de cocaína.

Para muchos campesinos apoyados por las Farc, la coca, planta de la que se obtiene la droga, es su fuente de ingresos.

- Los enemigos de la paz -

Para los grupos guerrilleros y las bandas criminales, así como para los sectores ligados a la corrupción, la presencia del narcotráfico convirtió el conflicto interno de Colombia "en un negocio", admitió Santos al asegurar que enfrenta "fuerzas oscuras" que quieren "sabotear" el proceso de paz.

"El proceso tiene enemigos por diversas razones: unos porque ven réditos políticos en oponerse a él, y otros porque se lucran de la guerra o porque obtuvieron beneficios ilícitos, como tierras que despojaron a los campesinos, y no quieren perderlos", explicó.

El gobierno de Santos impulsa un programa con el objetivo de devolver dos millones de hectáreas a 400.000 familias despojadas, pero los asesinatos contra los demandantes se multiplican: la ONU identificó a unas 30 víctimas en 2012, año en el que comenzaron las negociaciones de paz.

- La justicia debe apoyar la paz -

En el plano político, el presidente, que en marzo mantuvo la mayoría relativa en las elecciones legislativas, deberá enfrentar principalmente la oposición de su predecesor Uribe.

Partidario de una línea dura contra las FARC, el exgobernante de derecha ahora convertido en senador planea hacer campaña contra la "impunidad" para los guerrilleros, un tema muy sensible en Colombia.

"La justicia debe ser un apoyo y no un obstáculo para la paz", respondió Santos, que señala que "para estos casos está diseñada la justicia transicional", con la posibilidad de suspensión de penas a cambio de confesiones.

Una posición que acompaña con una "clarificación indispensable: no habrá impunidad por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra cometidos de manera sistemática".

Pero Santos reconoce que aún en el caso de que ganara un segundo mandato y firmara un acuerdo de paz con las Farc, lo más difícil vendría después: impedir que los rebeldes "reincidan en el delito" o "se transformen en alguna estructura criminal".

Para ello, se propone establecer un "programa eficaz de reinserción" que pueda abarcar a los más de 7.000 guerrilleros que según las autoridades integran actualmente las FARC.

Un acuerdo con las FARC antes de fin de año podría alcanzarse, pero ¿cuándo llegaría la paz?. "La etapa del posconflicto puede durar otros diez años, pero será un tiempo de construcción y de avance, sin el peso del conflicto en nuestro desarrollo", afirmó el presidente colombiano.