Acuerdo agrario, paso de suprema importancia | El Nuevo Siglo
Domingo, 26 de Mayo de 2013

El ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo saluda con satisfacción y optimismo el anuncio hecho hoy desde La Habana  de que se ha llegado a un acuerdo en el punto número uno de la agenda sobre el tema agrario y desarrollo rural.

 

Si bien la metodología que se ha acordado de  “nada está negociado hasta que todo esté negociado “, no es menos cierto  que el haber concluido el punto agrario de la agenda es un paso de suprema importancia hacia la concreción del proceso de la paz.

 

De conformidad con lo puntos mencionados en el comunicado oficial,  se trata de un ambicioso programa que tiene como eje central al campesino de Colombia, al cual se le dotará de tierras  y de una serie de programas de desarrollo rural de gran aliento y de envergadura que permitan, en los años venideros, acercar las condiciones de vida de quienes habitan en la ruralidad colombiana  con aquellos indicadores de que gozan quienes lo hacen en las aglomeraciones urbanas del país.

 

Como se dice en el comunicado, la profundización de la política agraria y de desarrollo rural, que está descrita en los anuncios públicos hechos hoy,  se adelantará en un todo respetando la Constitución, la legítima propiedad privada y el Estado de derecho.

 

Acá, lo que estamos presenciando con la enumeración de los puntos acordados en La Habana sobre el tema agrario, es la bitácora de trabajo que requerirá el país en el llamado posconflicto agrario y que por supuesto demandará, por la amplitud de sus miras, mayores presupuestos, mejor institucionalidad y reforzamiento de las instituciones jurídicas que permitan profundizar  en los años venideros la gran tarea  del desarrollo rural con enfoque territorial como lo exige Colombia.

 

Para el Ministerio de Agricultura y para el ministro Juan Camilo Restrepo, es especialmente satisfactorio  que se hayan logrado los acuerdos que hoy se anuncian desde La Habana con relación al tema agrario.

 

Con discreción, como correspondía, pero permanentemente, tres delegados del ministro acompañaron desde el nivel técnico al equipo negociador del Gobierno desde La Habana misma. Y durante estos seis meses el Ministerio de Agricultura compartió con el equipo negociador,  día a día, todos los insumos de la política agraria y de desarrollo rural  que desde la primera hora de la administración Santos vienen poniéndose en marcha y que en gran parte se recogen en los acuerdos a fin de ser profundizados, aún más, e implementados como corresponde en la gran empresa que el país habrá de iniciar una vez que la paz se suscriba, que no es otra que el posconflicto agrario, o sea, llevar a la práctica  las ambiciosas metas que hoy han quedado anunciadas.