Los Representantes que se mostraron en desacuerdo con la iniciativa, argumentaron que lo que hay que constitucionalizar es la garantía de libertad para acceder.
En un hecho inusual, al presentarse empate en dos votaciones seguidas, la Comisión Primera de la Cámara hundió el proyecto de acto legislativo que elevaba a derecho fundamental el acceso a Internet.
La votación de 10 legisladores a favor y 10 en contra reflejó la división de los integrantes de la Comisión frente al proyecto de autoría del presidente de la Cámara, Simón Gaviria, del Partido Liberal.
La controversia se enfrascó en la obligación que le traería al Gobierno el garantizar a cada uno de los colombianos el acceso a la red.
El representante Jaime Buenahora, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), aunque votó positivamente la propuesta, hizo algunas observaciones.
“He hecho algunas observaciones a como viene redactado el artículo. Primero no hay que confundir lo que es la libertad para acceder a Internet con garantizar, en términos de derecho fundamental, el acceso a él; son dos temas bien diferentes. La libertad es lo que tenemos que preservar, como por ejemplo lo que ocurrió en Chile en la dictadura, donde hubo grandes restricciones para estar informado; entonces hay que garantizar la libertad, pues Internet es una gran conquista de la civilización. Sin embargo, es un proyecto importante para el país”, indicó.
Esa tesis fue respaldada por toda la bancada del Partido Conservador. El representante Heriberto Sanabria le dijo a EL NUEVO SIGLO que votó “no” porque aunque “la naturaleza del proyecto es positiva”, en su concepto “el procedimiento no es el adecuado, pues no podemos nosotros elevar a derecho fundamental el acceso a Internet. Lo que tenemos que elevar a derecho fundamental es la garantía a la libertad del uso de la Internet, como en el pasado se garantizó la libertad de prensa, de comunicación, pero no podemos constitucionalizar y obligar al Estado y someterlo a un derecho fundamental”.
Según Sanabria, “eso es como si el día de mañana nos piden que hay que constitucionalizar o convertir en derecho fundamental el acceso a los gimnasios, a ir a cine; esas disposiciones se pueden desarrollar a través de una ley y no a través de un acto legislativo”.
Sin embargo, la mayoría de los legisladores liberales y algunos conservadores, como Humphrey Roa, respaldaron plenamente la iniciativa.
“Es la única forma en que podemos buscar que nuestro país continúe con el avance y el desarrollo de las tecnologías. Consideramos que desde el campesino en el rincón más recóndito del país, hasta la ciudad capital, deben tener un derecho a abrir puertas con el mundo y poder desarrollar todas las actividades que tenemos tanto en el sector agropecuario, como en el educativo, y es un ámbito totalmente generalizado de llegar al mundo entero”, aseguró el congresista.
Para Roa, de haberse aprobado el acto legislativo, no se hubiera llegado hasta la acción de tutela para poder gozar del derecho de acceder a Internet, “pues es parecido a como se está haciendo con el proceso de la televisión, pues ahorita va a llegar un programa de televisión social y lo mismo puede hacerse con Internet, buscar que ésta sea social, para todos”.
El senador liberal Honorio Galvis, autor de la iniciativa, había argumentado que “lo que está haciendo Colombia con este proyecto es ponerse a la par con la declaración de Naciones Unidas, en la cual se elevó a la categoría de derecho humano el acceso a Internet”.
Según el legislador, “Internet se ha convertido en una herramienta fundamental, porque allí se dan los debates de todas las índoles y se tiene la posibilidad de mejorar el conocimiento”.