El Ejército ucraniano pidió a los civiles que huyan de las zonas controladas por los separatistas prorrusos mientras seguía estrechando este martes el cerco de Donetsk, principal bastión de los insurgentes.

"Pedimos que la población pacífica abandone las zonas ocupadas por los terroristas", que "saquean a la población local, realizan secuestros, se apoderan de edificios y vehículos privados", declaró el lunes un portavoz militar ucraniano, Andrii Lysenko, a la prensa.

En Donetsk, el Estado mayor ucraniano pidió a los separatistas que respeten treguas en determinadas arterias para permitir la salida de los civiles.

Los combates son más intensos los últimos días alrededor de la ciudad más grande del bastión minero de Donbass (un millón de habitantes antes de las hostilidades).

El ejército ucraniano, que asegura haber recuperado más de 600 localidades en cerca de cuatro meses de ofensiva, reivindicó un nuevo avance a las puertas de Donetsk tras la toma de Iasynuvata, unos 20 km al norte.

Según el Ayuntamiento, el lunes se registraron intensos combates en Mariinka, en la periferia cercana del suroeste de la ciudad.

Kiev afirma que su estrategia es aislar a los insurgentes en Donetsk y Lugansk para cortarlos de la frontera rusa, pero ante el acercamiento de sus tropas, la población teme un ataque, aun a riesgo de combates particularmente mortíferos.

El portavoz militar dijo que no disponía de "ninguna información" acerca de un asalto en marcha. "Hay preparativos", se limitó a añadir.

- "La victoria está cerca" -

Los civiles siguen huyendo de forma masiva. "Nos vamos porque es la guerra", dijo Igor en la estación de Donetsk, acompañado por su madre y cargado de bolsas antes de partir hacia el oeste. La mujer, Nelly, asegura que las tropas ucranianas "entraron en Mariinka y dispararon contra todo el mundo".

En el otro bastión separatista, Lugansk, el ayuntamiento, que advirtió el fin de semana sobre una posible catástrofe humanitaria, dijo ser incapaz de ofrecer un nuevo balance puesto que no funcionaban ni la electricidad ni las comunicaciones telefónicas.

La ONU cifra en más de 1.100 los muertos desde el inicio de la ofensiva ucraniana, sin contar las 298 víctimas del avión malayo, cuyo derribo ha motivado sanciones sin precedentes contra Rusia.

Donetsk y Lugansk "son ciudades clave ocupadas hoy por los terroristas, en la que se encuentran la mayor parte de los terroristas y las armas, y sabemos que no será fácil liberarlos", declaró el ministro ucraniano de Defensa, Valeri Gueletei.

"Estoy seguro al 100% de que la victoria está muy cerca", dijo en una entrevista de la BBC la noche del domingo.

"Pero el mundo debe saber que Rusia toma represalias. Nada los detiene, nos disparan ocho veces la día desde territorio ruso", afirmó.

Moscú afirmó el lunes que 438 soldados ucranianos operativos en el este del país se rindieron y fueron admitidos en territorio ruso. Un portavoz ucraniano indicó por su parte que 311 soldados se vieron obligados a replegarse hacia un puesto fronterizo ruso debido a los combates.

- Maniobras rusas

Rusia lanzó además nuevas maniobras militares en las que estaban involucrados más de 100 aviones de combate cerca de la frontera ucraniana.

La OTAN, que llevó a cabo maniobras en los países vecinos de Rusia durante los últimos meses, alzó el tono el fin de semana contra la "agresión rusa" en Ucrania, y anunció la preparación de "nuevos planes de defensa".

Estados Unidos volvió a criticar a Rusia y denunció que prosigan el envío de armamento a los separatistas y las maniobras militares.

"Seguimos teniendo pruebas de que Rusia suministra armas y material a los separatistas, de que los entrena (...) Creemos que Rusia se podría estar preparando para pasarles lanzacohetes más potentes", indicó la portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki.

Las tensiones internacionales se reavivaron desde que el pasado 17 de julio se estrelló el Boeing de Malaysia Airlines, seguramente derribado por un misil, con 298 personas a bordo, incluyendo 193 holandeses.

Los enfrentamientos, en los que murieron cinco soldados en 24 horas, complicaban la labor de búsqueda del centenar de expertos holandeses, australianos y, por primera vez, malasios, en el lugar donde se estrelló el vuelo MH17, en zona rebelde. El lunes, los trabajos comenzaron con retraso, según Kiev por los movimientos de tropas separatistas.

Parte de los restos humanos descubiertos estos últimos días fueron trasladados el lunes a Holanda, a donde se repatriaron más de 200 féretros y las cajas negras del avión los días siguientes al drama.

Las sanciones europeas contra la economía rusa por el derribo de la aeronave se dirigieron entre otros contra Dobroliot, la filial de bajo coste de Aeroflot, que volaba hacia la península ucraniana de Crimea (que Rusia se anexionó en marzo). El domingo por la noche anunció que dejaba en tierra sus dos nuevos Boeing 737.

Como consecuencia del drama, el gobierno alemán bloqueó un amplio proyecto de equipamiento militar acordado entre el grupo de defensa Rheinmetall y Rusia.