90% de Banesto quedó en banco Santander | El Nuevo Siglo
Martes, 18 de Diciembre de 2012

Santander, primer grupo bancario de la zona euro por capitalización, absorberá a su filial Banesto, en un nuevo episodio de la reestructuración del paisaje financiero español, que se traducirá en el cierre de 700 sucursales.

El grupo Santander, que ya controla casi el 90% de Banesto, anunció un proyecto de fusión por absorción de la entidad, que desaparecerá como marca comercial antes del fin de 2013.

 

Su filial de banca privada, Banif sufrirá el mismo proceso, al término del cual Santander podrá operar con una marca única en España.

La operación supondrá el ahorro de 420 millones de euros (más de 553 millones de dólares) en costes y 100 millones de beneficios suplementarios de aquí a tres años, según el grupo.

Esto se traducirá en el cierre de 700 sucursales, de las 4.664 que tienen en total las tres marcas en España, con una "disminución" del número de empleados, de la que no se dieron cifras.

La decisión sobre qué oficinas serán cerradas todavía no se tomó, explicó José Antonio Álvarez, director financiero del grupo, en una conferencia de prensa telefónica.

"En ningún caso contemplamos ningún tipo de ERE (Expediente de Regulación de Empleo, ndlr)", afirmó, subrayando que el grupo trabaja sobre una "rotación natural significativa" de sus efectivos en España.

 

El 30 de septiembre, la red de Santander tenía 17.931 empleados en España, con 2.912 sucursales, y Banesto, 9.178 empleados en 1.698 sucursales. Banif, por su parte, emplea a 550 personas en 52 oficinas.

"En Santander hace mucho tiempo ya que llevaban hablando de la posibilidad de integrar Banesto, pero nadie sabía cuándo", señaló el director del sector Finanzas de la Escuela de Negocios IE, Manuel Romera Robles.

Al anunciar la operación ayer, el grupo aprovecha el contexto general de reestructuración del sector, consideró. "Ahora es mucho más fácil plantearlo al mercado sin que el mercado se altere", afirma. Además, un plan de reducción de los efectivos ligado a una fusión es más fácil para "justificar" frente a los sindicatos y a la opinión pública, agrega.

 

Entre los factores que pudieron llevar a Santander a dar el paso, el economista cita las deducciones de impuestos que permitirá la operación, así como el nuevo marco reglamentario de los acuerdos de Basilea III, que pretende reforzar los fondos limpios y la reserva de liquidez de los bancos, para limitar los riesgos de quiebra.

En este contexto, "es más importante que nunca ser grande" para los grupos bancarios, subraya Romera. "Cuanto más grandes sean los bancos, más fácilmente pueden hacer economías de escala en políticas de riesgos, de crédito, de riesgo operacional y de riesgo de mercado, para tener menos recursos propios frente a estos riesgos generados en el activo", afirma.

El sector bancario español, muy afectado por el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, está inmerso en un proceso profundo de reestructuración, que ha implicado una oleada de fusiones y compras de las entidades más frágiles, sobre todo las cajas de ahorros.

 

Con este panorama, Santander se sitúa como uno de los actores más resistentes y el único, junto al BBVA, que no ha necesitado ayuda exterior para alcanzar cifras financieras sólidas, según la auditoría del sector publicada en septiembre pasado por el gabinete Oliver & Wyman.