El Banco de Inglaterra anunció la entrada en vigor el 1 de agosto de un dispositivo que contará con unos 80.000 millones de libras para incitar a los bancos y entidades crediticias a que presten dinero a particulares y empresas.

El ministro de Finanzas, George Osborne, y el gobernador del Banco de Inglaterra (BoE), Mervyn King, habían anunciado a mediados de junio la puesta en marcha de este dispositivo temporal bautizado "Funding lending scheme" (FLS) y que podría llegar a los 100.000 millones de libras.

"Pese a las medidas adoptadas por las autoridades, el flujo del crédito en el sistema bancario -del que dependen los particulares y muchas empresas- es débil", explicó el Banco de Inglaterra.

"El FLS pretende hacer frente a este problema con la reducción de los costes al que bancos y empresas de crédito inmobiliario se financian".

Estas entidades podrán prestar dinero "menos caro y más fácilmente", aseguró.

Los bancos que recurran a este mecanismo, podrán reducir los costes entre un 0,25% y un 1,5% al año por las sumas prestadas.

Estos fondos estarán disponibles del 1 de agosto al 31 de enero de 2014 y la duración del préstamo será de un máximo de cuatro años.

Cada banco podrá beneficiarse de un préstamo que represente un máximo del 5% de su cartera de préstamos al sector no financiero británico a finales de junio, con una posibilidad de extensión. Eso representa una capacidad de préstamo total de unos 80.000 millones de libras para la totalidad de las entidades aptas para recurrir al mismo.

A cambio de estos créditos, los bancos tendrán que proporcionar como garantía al BoE activos como carteras de préstamos o hipotecas y "cuanto más presten, más podrán pedir prestado al Banco de Inglaterra", dice el comunicado.

"Los bancos que aumenten sus créditos pagarán menos gastos mientras que las que los reduzcan tendrán que pagar gastos más altos", asegura el banco central, que publicará trimestralmente estadísticas sobre este mecanismo.