Ocho personas resultaron heridas, entre ellas cinco uniformados y tres civiles, en un atentado con explosivo contra una caravana de la Policía ocurrido en la mañana de este jueves en el sur de Bogotá, informaron las autoridades.
"Nos afectó cinco compañeros, que afortunadamente están fuera de peligro, más tres personas civiles que pasaban por el sitio, afortunadamente ninguna de gravedad, pero sí era un explosivo de alto poder", dijo a la prensa el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Humberto Guatibonza.
"No hay dudas que esto es un atentado terrorista contra la Policía", añadió el responsable, al detallar que el explosivo -cargado de metralla- estaba a un lado de la vía, fue activado al paso de una caravana motorizada de uniformados y provocó el incendio de una de las motocicletas en la que se desplazaban.
Guatibonza relacionó este hecho con otros casos de colocaciones de explosivos que se han presentado en los últimos meses en la capital de Colombia, varios de ellos cerca de estaciones policiales.
"Creemos que es algo escalado, que tiene tiene algún tipo de sucesión", dijo.
Aunque los hechos, ocurridos a primera hora de este jueves, aún son materia de investigación, Guatibonza añadió que "algunas de las explosiones que han pasado (últimamente en Bogotá) tienen similitud con otras que en el pasado el ELN ha hecho: (...) los sistemas de ignición, la forma de colocar los explosivos, tienen mucha similitud".
Hasta el momento, los casos de colocación de explosivos en Bogotá -algunos de los cuales ni siquiera llegaron a ser activados- habían sido mas bien relacionados con grupos dedicados al microtráfico u otro tipo de delincuentes.
La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista) adelanta desde hace un año diálogos preliminares para instalar una negociación de paz con el gobierno de Colombia, aunque hasta ahora esos acercamientos no han rendido frutos y en cambio el grupo rebelde ha incrementado su accionar en los últimos meses, según las autoridades.
Una eventual mesa de paz con el ELN iría en paralelo a la que se adelanta desde noviembre de 2012 en Cuba con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), primera guerrilla del país, y buscaría acabar con el conflicto armado que ha azotado al país por más de medio siglo.