A diciembre de 2013 en Colombia el 71,5% del total de la población adulta tiene acceso a un producto financiero, el 65,6% posee una cuenta de ahorros aunque solo el 43% la mantiene activa y el 34,2% dispone al menos de un producto de crédito.
Esta es una de las apreciaciones de Asobancaria al instalar en Cartagena el V Congreso de Acceso a Servicios Financieros, Sistemas y Herramientas de Pago. ‘Soluciones Efectivas para la Inclusión Financiera y el Desarrollo Económico’.
Durante la jornada se indicó que frente a estos indicadores de inclusión, el Banco Mundial señala que, más importante que tener abierta una cuenta de ahorros, es usarla de manera activa (más de tres movimientos mensuales) para efectuar transacciones.
En cuanto a la superación de barreras de acceso a servicios financieros, estas barreras, según el Banco Mundial, pueden ser “voluntarias” (motivos culturales o religiosos, o la no necesidad de servicios financieros), pero también “involuntarias”.
La Presidenta de Asobancaria, María Mercedes Cuéllar, precisó que “para el caso de Colombia, este organismo identifica que en 2011 las razones ‘involuntarias’ para no acceder al uso de cuentas de ahorro se explica en que quienes afirman no haber utilizado el servicio no tienen el dinero suficiente (62,8%), rechazan los altos costos de los productos (44,5%), desconfían del sector financiero (29,1%), no reúnen los documentos requeridos (15,8%) y se ven afectados por la distancia geográfica (9,6%)”.
En la búsqueda de una mayor inclusión financiera, la banca ha venido introduciendo nuevas tecnologías y cambiando la orientación en la prestación de los distintos servicios para facilitar el acceso de las poblaciones de menores recursos.
Cuéllar se refirió a varias de las barreras al acceso que se han superado en los últimos tres años al decir que los precios al consumidor financiero han caído cerca de 5% en los últimos cuatro años. Además, hoy la mayoría de los bancos ofrece una cuenta exenta de cualquier tipo de costo. Ejemplo de ello son las cuentas de ahorro de trámite simplificado (CATS), los depósitos electrónicos (DE) y las cuentas de ahorro electrónicas (CAE).