Si el incremento de la actividad constructora sigue como hasta ahora, el crecimiento del Producto Interno Bruto para el tercer trimestre podría llegar hasta un límite de 5,4 por ciento.
Así lo considera el equipo técnico de la Junta Directiva del Banco de la República. De acuerdo con el último informe de inflación, los analistas proyectan un rango de crecimiento de entre 3,8% y 5,4%, con 4,6% como cifra más probable.
Indican que entre julio y septiembre, la actividad estaría impulsada principalmente por la inversión en construcción y edificaciones. Asimismo, el consumo se expandiría a una tasa similar a la observada en el primer semestre de 2013, mientras que las exportaciones se desacelerarían y aumentarían menos que las importaciones.
Por el lado de la oferta, el sector de construcción también sería la principal fuente de crecimiento, seguido por la agricultura, la minería y el comercio. Se debe resaltar que en este período se presentaron diferentes huelgas que afectaron la producción en sectores como el transporte y la minería.
Para todo 2013 el rango de proyección de crecimiento se situó en 3,5% y 4,5%, con una cifra más probable alrededor de 4%. Para 2014 la cifra más factible podría ser mayor, situada en un rango entre 3% y 5%.
Si estas proyecciones se materializan, en 2013 la brecha del producto estaría en terreno levemente negativo con un posible cierre en 2014.
El crecimiento del crédito total se ha estabilizado en una tasa superior al aumento del PIB nominal estimado para el presente año, aunque su composición ha cambiado, en parte, como reacción a los hechos internacionales.
Las grandes empresas han incrementado su demanda por crédito comercial de largo plazo en pesos y algunas de ellas han emitido bonos, reemplazando los préstamos en moneda extranjera.
El crédito de consumo se sigue desacelerando y la cartera hipotecaria ha aumentado levemente su ritmo de expansión. Todo ello junto a unas tasas de interés que permanecieron relativamente estables en septiembre, y que en términos reales siguen siendo inferiores a sus promedios históricos calculados desde 2000 (excepto las de tarjetas de crédito).
Con respecto a los precios, en el tercer trimestre de 2013 la inflación anual aumentó levemente de 2,16% en junio a 2,27% en septiembre, cifra que se explica, principalmente, por un mayor incremento en los precios de los alimentos y del grupo de transables sin alimentos ni regulados. El promedio de las medidas de inflación básica se mantuvo relativamente estable en el trimestre y se situó en septiembre en 2,5%.
Las estimaciones de brecha de producto sugieren pocas presiones de demanda
sobre los precios y son coherentes con una inflación que ha aumentado de forma lenta desde marzo y que en septiembre se ubica por debajo de la meta de largo plazo (3%).
Similar situación se puede afirmar con el promedio de las cuatro medidas de inflación básica. Estos resultados han influido sobre las expectativas de inflación, las cuales se mantienen cerca al 3%. Los pronósticos para el final de año sugieren una elevada probabilidad de que la inflación se sitúe por debajo del 3%.