Los disparos con misiles en el norte de Siria "mataron cerca de cincuenta civiles, incluidos niños" y causaron varios heridos en al menos cinco instalaciones médicas y dos escuelas en Alepo e Idlib (norte), informó el lunes la ONU.

Estos ataques fueron considerados como "violaciones flagrantes del derecho internacional" por el jefe de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, según dijo su portavoz adjunto, Farhan Haq.