Por tercera vez este año, los hornos de la Siderúrgica Nacional (Sidenal) abrirán sus compuertas para la fundición de más de 40 mil armas decomisadas a las Farc y al Eln, al igual que a integrantes de bandas criminales y grupos de delincuencia común y organizada.

Esta es la fundición de armas incautadas al terrorismo más grande que hayan realizado las Fuerzas Militares en los últimos 20 años, que en los últimos cuatro, en once jornadas similares, registran la destrucción de 171.325 de estos artefactos.

Las 40.804 armas que fueron recibidas este año por el Departamento de Control y Comercio de Armas (Dcca) y que serán fundidas mañana en Sogamoso, Boyacá, se suman a las 33.955 derretidas en los dos primeros eventos de 2012.

Se trata de armas largas –ametralladoras, fusiles, escopetas y changones– y cortas –revólveres y pistolas–, en su mayoría de procedencia ilegal y algunas de fabricación artesanal.

El metal –acero y hierro, principalmente– obtenido de estas armas es destinado a la fabricación de varillas empleadas para reforzar los cimientos y las columnas de escuelas y hospitales en las zonas donde se ejecuta el plan de guerra ‘Espada de Honor’ de las Fuerzas Militares.

De esta manera, las Fuerzas Militares reportan un incremento del 73.95 por ciento en la fundición de armas confiscadas, teniendo en cuenta que se pasa de 42.976 unidades el año anterior a 74.759 este año.