La salud en Bogotá está enferma, no solo por la mala atención sino por las irregularidades que se han destapado en los últimos días. Sanciones a los operadores de ambulancias, hallazgos fiscales en contratos y, ahora, irregularidades en las obras de los hospitales Meissen, Tintal y Centro Oriente, en donde el contratista era el mismo interventor.
Para la Contraloría de Bogotá, las firmas constructoras Arkgo Obras y Diseños, del contratista implicado en el Cartel de la contratación Julio Gómez, y que integran el Consorcio Megaconstrucciones Hospitalarias, las cuales tenían la construcción del Hospital de El Tintal, son las mismas firmas que integran el Consorcio Hospital Meissen, encargado de la construcción del Hospital de Meissen.
Mientras el Contralor Distrital, Mario Solano, daba a conocer los pormenores de otra supuesta arista del ‘Cartel de la Contratación’, al controvertido empresario Julio Gómez le aplazaron la audiencia para legalizar el preacuerdo por su participación en el ‘cartel de la contratación’ en la capital del país. El 27 de enero las víctimas en el proceso solicitarán medida de aseguramiento y el 31 de enero seguirá la diligencia.
Frente a las obras en los hospitales de Meissen –Tintal – Centro Oriente, la Contraloría llama la atención que Obras y Diseños, que hace parte de los consorcios que tienen a cargo la construcción del Tintal y Meissen, también hace parte del consorcio que construyó el Hospital de Centro Oriente. Igualmente se encontró que el representante legal tanto del consorcio Hospital Meissen como del consorcio Megaconstrucciones Hospitalarias (Tintal) es el señor Ricardo Godoy Arteaga.
Respecto a los contratos de interventoría para vigilar los contratos de obra de los tres hospitales, el ente de control detectó que la representante legal del consorcio de interventoría Hospital Meissen, Nidia Esperanza Garzón Morales, es la misma representante legal del consorcio de interventoría del Hospital Centro Oriente.
Esto evidencia que en el caso del Hospital Tintal, luego de 29 meses de iniciada la obra, a la fecha no se ha concluido. El contrato fue suscrito por la Secretaría de Salud el 29 de diciembre de 2008 por valor de 19.463 millones de pesos con plazo inicial de 12 meses. A la fecha queda pendiente un 17% de ejecución.
De igual forma, ocurrió con el Hospital de Meissen, que luego de 5 años sus obras aún no terminan. El contrato fue suscrito en 2007 por 40.351 millones de pesos y la Contraloría determinó que hubo adiciones, entre otras irregularidades, por lo cual se inició un juicio de responsabilidad fiscal por más de 5.000 millones de pesos. En este sentido, la Contraloría de Bogotá encuentra que la misma Secretaría Distrital de Salud, según los reportes de las firmas interventoras, siempre conoció de los atrasos y no ejerció los mecanismos contractuales para conminar a los contratistas al cumplimiento de los plazos pactados.
Igualmente, para el organismo de control en ninguno de los casos se cumplió con el objeto final del contrato que era satisfacer las necesidades de la ciudadanía con la prestación de los servicios hospitalarios.
De otro lado, ayer se realizó la primera parte de la audiencia pública para debatir el posible incumplimiento de las obligaciones a cargo de la Unión Temporal Transporte Ambulatorio Bogotá y donde el Secretario Distrital de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, le dio un ultimátum: sanciones si no mejora el servicio a la ciudad.