María Ligia Hoyos, de San Agustín, en el Huila, y Jimmy Mañunga, de la vereda los Cerrillos, en Popayán, Cauca, a pesar de vivir en regiones diferentes y realizar actividades rurales muy distintas, por un día se unieron en medio de la fiesta y los vítores para celebrar que por fin son dueños plenos y legales de los predios que informalmente habitaron durante años.
Ellos hacen parte del primer grupo de 200 familias que acudieron a Popayán, a recibir de representantes del Programa de Formalización de la Propiedad Rural del Ministerio de Agricultura el documento que les otorga el pleno derecho de propiedad sobre su predio. “Un sueño que habíamos perseguido durante años y que ahora se hacía realidad”, coincidieron en señalar María y Jimmy.
Desde tempranas horas, luego de movilizarse en vehículos como los tradicionales buses-escalera, los campesinos beneficiarios y sus familias fueron llenando el auditorio dispuesto en Confacauca de Popayán, para, como lo pregonaba un cartel en la tarima, hacer de la jornada una fiesta.
Y no era para menos, según María Ligia. Fue una verdadera fiesta, después de tantos años de espera para tener unas escrituras legales: “Un título que me acredita como dueña de mi lote, un lote que mi papá nos heredó hace más de 10 años, junto con mis nueve hermanos y con el cual estaba prácticamente estancada. Ahora tengo acceso a muchos beneficios y la seguridad de que ese lote es mío y de mi familia”, manifestó.
Como ellos, miles de familias campesinas en todo el país que padecen esta problemática de poseer informalmente las tierras, sin escrituras, sueñan con convertirse en propietarios. En muchos casos son herencias o negocios que quedaron en cartas de compromiso que no fueron legalizadas y registradas.
El propósito del Gobierno es que los campesinos de al menos 23.000 predios pasen en el 2014 a ser propietarios legales, como les sucedió este diciembre a María Ligia Hoyos y Jimmy Mañunga.