En no menos de 20 países son la ‘despensa’ de armas, municiones y explosivos de las Farc, el Eln, el ala disidente del Epl, el narcotráfico y las bandas criminales (Bacrim).
El tráfico ilegal mueve millones de pesos, en su mayoría -si no es en su totalidad-, provenientes del narcotráfico e ingresan por tierra, mar, ríos y aire a Colombia.
La Dirección de Investigación Criminal e Interpol, Dijin, de la Policía, reveló que 34.155 armas de fuego de corto y largo alcance fueron decomisadas en el país durante el año pasado.
Afirma la Dijin que el tráfico de armas en buena parte está asociado al tráfico de drogas, pues se trata de actividades, prácticamente inseparables que producen multimillonarias ganancias. El valor de este armamento se multiplica al ser vendido en países como Colombia.
El propio director de la Policía, general Rodolfo Palomino, dijo que esta situación lleva implícito que esas armas sean usadas para cometer hechos al margen de la ley contra la propiedad o el derecho a la vida de las personas.
De acuerdo con la información general de la Dijin, el tráfico de armas es un fenómeno progresivo y cíclico. En el país se registra el ingreso de grandes cantidades de armamento bajo varias generaciones.
La primera generación es de poca importancia. Sin embargo, es el inicio del tráfico de armas en Colombia, es denominado la “Génesis”. El tráfico ilegal de armas se generó dentro del apoyo a guerrillas comunistas por parte de países afines a esta ideología, luego de la revolución cubana.
La segunda generación, señala la Dijin, es denominada “Rotación”, porque las armas provienen de reductos de conflictos centroamericanos, diferentes actores del conflicto. Procesos de paz en Centroamérica, Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional de El Salvador y el Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua.
La tercera generación se denomina “Tráfico Gris” que se relaciona con el comercio de armas de fuego que se inicia legalmente, pero en una etapa de la comercialización el armamento pasa a manos de actores ilegales como últimos destinatarios.
Y, la cuarta generación denominada “Renovación Técnica Bélica”, presenta variables, entre ellas la adquisición de pequeñas cantidades de armamento; la exquisitez en la escogencia del tipo de armamento, la predilección de material de guerra con grandes capacidades de impacto militar y una imagen de letalidad del armamento como principal parámetro de elección en adquisición y posición en determinada organización armada al margen de la ley.
Los grupos armados o redes criminales a través de empresas ficticias, adquieren armamento en pequeñas cantidades en los Estados Unidos, utilizando el correo postal para su envío a Colombia.
Violación de restricciones
La Dijin revela que los grupos armados al margen de la ley acuden al mercado negro para la adquisición del material de guerra, violando las restricciones y controles impuestos por los gobiernos, empresas y tratados internacionales.
De acuerdo con el Centro de Investigaciones Criminológicas de la Policía, las bandas criminales al servicio del narcotráfico, Bacrim, cambian armas por drogas y prefieren armamento con grandes capacidades de impacto militar y una imagen de letalidad. Además de la adquisición para demostrar poder y su jerarquía en la estructura ilegal, prefieren armas cortas, ingresadas en pequeñas cantidades, predilección por su calibre. Usan puertos y el correo para lograr su ingreso ilegal al país.
Mientras tanto, las Farc y el Eln, cambian armas por drogas y prefieren, especialmente, armamento de largo alcance en grandes cantidades.
De acuerdo con los análisis de la Dijin, los guerrilleros de base o rasos, utilizan preferiblemente los fusiles de asalto Kalashnikov, por su maniobrabilidad, resistencia y facilidad para su manejo, de gran exactitud. Mientras tanto, los mandos medios de las guerrillas hacia arriba, emplean otros fusiles como el M-16 y los cabecillas M-4, M-60 y sofisticadas pistolas.
Como se sabe, el fusil de asalto AK-47, es el más popular de todos los que existen en el mercado internacional. Se trata de un arma de origen soviético diseñado en 1947 y que actualmente se fabrica en numerosos países.
El AK-47 se utiliza en más de 80 naciones, entre ellas China, Irak y países árabes.
De todo tipo
“En Colombia se han decomisado todo tipo de armas, pero principalmente, por su importancia cabe resaltar los fusiles de asalto, escopetas, morteros, ametralladoras, subametralladoras, pistolas y hasta lanzacohetes tierra-aire, en los últimos años.
La Dijin reveló que lar armas ilegales decomisadas en Colombia provienen de Estados Unidos, China, Alemania, Corea del Norte, Rusia, Bulgaria, Bélgica, República Checa, Hungría, Polonia, Israel, Egipto, Suráfrica, Rumania, Venezuela y Chile.
Acota el organismo secreto que “cabe la posibilidad que en las incautaciones reportadas, las armas de fuego de estos países hubiesen ingresado legalmente a Colombia, pero que sufrieron procesos como el hurto o pérdida en el territorio nacional o que fueron adquiridas legalmente por Estados Unidos y que el tráfico se registre desde esa nación norteamericana.
“Muchas armas, a pesar de los exigentes controles en las zonas de frontera por las autoridades, ingresan para fortalecer los grupos armados al margen de la ley”, precisa la información oficial.
El acceso constante y permanente del material de guerra, permite a las guerrillas, a las Bacrim y al narcotráfico la posibilidad de expansión y, además, porque les permite fortalecer su poder intimidador y de acción, revelan los analistas.
Los analistas de la Dijin explican que los grupos armados al margen de la ley no solo adquieren el material de guerra para armar a sus nuevos combatientes, sino para ir reemplazando las armas viejas o en mal estado debido a que están sometidas a climas y condiciones hostiles como la selva, las montañas o el páramo, donde existen altos niveles de humedad que aumentan significativamente los procesos de desgaste del armamento.
Insisten en que “por esta razón, los tiempos de uso y reposición de armamento son más cortos en el caso de las organizaciones armadas al margen de la ley, las bandas criminales y el narcotráfico”.
Los voceros de la Dijin afirman que otro aspecto que influye para el tráfico de armas hacia Colombia, es el aumento en la efectividad de las operaciones de incautación de armas y demás material de guerra a los grupos armados, por parte de las Fuerzas Militares y de la Policía.
Es decir, que a mayor tasa de incautaciones de armamento por parte de las autoridades a los grupos armados al margen de la ley, éstos mantienen su demanda en los mercados negros internacionales para sustituirlas y fortalecer su poder de intimidación.
El mercado negro se constituye en la mayor fuente para la adquisición de armamento, representando cerca del 80% del total de armas ilegales que ingresan al país cada año.
El mercado gris
Preocupa a las autoridades colombianas el mercado gris de los Estados Unidos, pues la primera parte de la transacción es legal, en la medida en que ciudadanos o residentes compra las armas legalmente en los puntos de venta, pero parte de ellas son desviadas hacia los grupos armados al margen de la ley: Farc, Eln, ala disidente del Epl, Bacrim, narcotráfico y redes de delincuentes comunes.
También los servicios de inteligencia nacionales tienen registros que compradores presentan una identificación falsa en los Estados Unidos, al parecer, para evitar que el material de guerra que ingresa ilegalmente al país no sea rastreado fácilmente.
“Se trata de pequeños cargamentos de armas, pero a su vez mucho más constantes”, precisan los investigadores.
Muchas de las incautaciones en diferentes regiones del país están relacionadas con fusiles AR-15, MAK- 90, M-16, 84S, Steyr AUG austriaco y los alemanes Heckler & Koch.
Aclaran que no todos los fusiles de asalto son producidos en los Estados Unidos, pero muchos de ellos tenían licencia y habían sido importados para su venta en suelo norteamericano.
Los grupos armados al margen de la ley o de sus redes de apoyo, contactan a traficantes internacionales de armas bien sea en Colombia o en el exterior, para la adquisición de armamento. Acuden, especialmente a El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá y en menor medida Costa Rica, para facilitar el ingreso de material de guerra al país.
Además, explican los analistas de los servicios de inteligencia, los traficantes internacionales de armas encuentran una importante fuente de abastecimiento en naciones de Europa Oriental y de Asia Central que hicieron parte de la otrora Unión Soviética y que heredaron una enorme infraestructura para la producción de armas que sobrepasa sus propias necesidades de defensa.
“Los remanentes de estos países salen a la venta sin mayores condiciones o restricciones de acuerdo con los estándares internacionales para la venta de este material de guerra.
“De acuerdo con las estadísticas el 50% de las armas decomisadas proviene de países como Bélgica, Francia, España, Bulgaria, Alemania, Hungría, Rusia, China y Corea del Norte, mientras que el 15% proviene de Estados Unidos, un 25% de Centroamérica y 10% de los países vecinos de Colombia”, acotan las agencias de seguridad.
Para el ingreso del material de guerra, los traficantes hacen uso de todos los medios de transporte disponibles a través de una gran variedad de rutas y puntos de entrada a lo largo del Océano Pacífico y del Atlántico; las zonas de frontera con Panamá, Ecuador, Perú, Brasil y Venezuela.
Las guerrillas y demás grupos armados al margen de la ley, para el tráfico de armas utilizan la ventaja de la posición geoestratégica de Colombia, pues el país sirve de puente entre Centro y Sur América.
Al tráfico de armas también se suma la producción de armas hechizas de los grupos armados, entre ellos la Farc que cuentan con un desarrollo semindustrial para producir moteros, granadas de mano, bombas incendiarias, minas antipersonal y otro tipo de artefactos.
También se habla que las guerrillas cuentan con talleres donde producen algunos repuestos para fusiles y llevan a cabo el procedo de mantenimiento.
La Dijin reveló a EL NUEVO SIGLO que las pistolas Five Seven hacen su aparición en Colombia por primera vez, en forma ilegal, en manos de los hermanos Miguel Ángel y Víctor Manuel Mejía Múnera, alias Los Mellizos y cabecillas de la banda emergente al servicio del narcotráfico de Los Nevados.
Explican que de acuerdo con el desarrollo de las investigaciones y rastreo de esas armas incautadas dan como responsables del tráfico de armas hacia Colombia a un hombre hoy detenido en los Estados Unidos, conocido como Hugo Glumper, quien al parecer vendió un lote de noventa pistolas a la llamada Oficina de Envigado.
La pistola Five Seven es un arma semiautomática, diseñada y fabricada por Herstal en Bélgica. Además es ultra compacta y ligera. Dada la capacidad y características del cartucho, calibre 5.7 x 28 milímetros, puede perforar blindajes de Keblar o casos Otán normalizados.
Es una pistola ergonómica y fácil de maniobrar porque su estructura está hecha de polímero y en algunos países de América Latina se le identifica como la "Mata Policías".
Los investigadores de la Dijin revelan que “por su forma aerodinámica y núcleo en acero al impactar superficies duras gira evitando los rebotes.
“Alrededor de 40 pistolas Five Seven se han incautado desde el 2008 a diciembre de 2013, gracias al rastreo de las armas con los Estados Unidos. También gracias al control por parte de las autoridades norteamericanas se ha logrado disminuir el tráfico de este tipo de pistolas hacia Colombia”, precisan los agentes de la Dijin.
Dicen que las Agregadurías de Policía también juegan un papel fundamental para las investigaciones como medios de enlace que permite llevar a cabo el intercambio de información y apoyo entre los Cuerpos de Policía de los países fronterizos, optimizando los canales de comunicación en pro de combatir y erradicar el tráfico de armas.
Agregan que en Colombia se han decomisado 766 fusiles Kalashnikov y 664 de marca Norinco, de fabricación china a las Farc, el Eln, a las Aguilas Negras, Los Rastrojos y Los Paisas, entre otras redes armadas al margen de la ley.