20 años de prisión a exintegrante de las Farc | El Nuevo Siglo
Jueves, 13 de Marzo de 2014

Luego de acogerse a sentencia anticipada, aceptando su participación en los hechos ocurridos el 14 de junio de 2002 en el municipio de Topaipí (Cundinamarca), donde murieron cinco policías y  resultaron lesionados tres tripulantes de un helicóptero transportador de valores; Luis Édgar Marín Cifuentes, alias Perejil, exintegrante de las Farc, fue condenado a 20 años de prisión.

La decisión impuesta por el Juzgado Primero Penal del Circuito de Cundinamarca también contempla el pago de multa por 2.500 salarios mínimos legales mensuales vigentes, así como la inhabilidad para ejercer cargos públicos por el mismo monto de la pena; como coautor de los delitos de homicidio agravado en concurso homogéneo, homicidio en persona protegida, actos de terrorismo, hurto calificado y agravado, y rebelión.

Según la investigación desarrollada por la Fiscalía  18 Especializada de la Unidad Nacional contra el Terrorismo, alias Perejil, como integrante, para la época de los hechos, del  frente Esteban Ramírez de las Farc, participó en la incursión que varios miembros de esa guerrilla realizaron a la citada población de Cundinamarca, donde se ubicaron en inmediaciones de la plaza de toros para esperar el helicóptero contratado por el Banco Agrario, que transportaba $380 000 000 para proveer la sucursal del  municipio y otras del departamento.

Durante el aterrizaje, la aeronave fue atacada por parte de los subversivos, quienes lanzaron artefactos explosivos y dispararon ráfagas con armas de fuego de largo alcance, logrando impactarla y derribarla. Tras la incineración del helicóptero sus tripulantes Alberto Hernández Páez, Omar Ardila Castro y Carlos Julio Rincón Martínez, resultaron lesionados; mientras que los uniformados de la Policía que custodiaban el transporte del dinero murieron.

Las víctimas fatales fueron identificadas como César Cardozo Díaz, Wilder Arias Mosquera, José Ríos Martínez, Jairo Gómez Ospina y Jorge Humberto Beltrán Chala; quienes después de su muerte fueron despojados del armamento que portaban y de sus uniformes, por los insurgentes, que finalmente se apropiaron del dinero.