$150 millones por amenazantes de tierras | El Nuevo Siglo
Sábado, 7 de Julio de 2012

 El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anunció este sábado una recompensa de 150 millones de pesos (84.000 dólares) por información para capturar a dos jefes de una agrupación armada que se opone a una ley de devolución de tierras a campesinos desplazados.

 

Santos además reiteró que los opositores a esa ley se encuentran tanto en la extrema derecha como extrema izquierda.

 

"Son sectores de la extrema izquierda que no quieren que esto prospere (la devolución de tierras) porque le quita sus banderas, y de la extrema derecha que están vinculados con los antiguos paramilitares que no quieren que les quiten sus tierras que se apropiaron en forma indebida", dijo.

"Hemos identificado a algunos de los que están amenazando, que son unos bandidos que inclusive tienen alias, son de esas bandas criminales y por eso vamos a comenzar a dar recompensas para que nos ayuden a capturarlos y ponerlos a buen recaudo", agregó.

Al menos ocho líderes campesinos que reclaman tierras fueron asesinados el año pasado, en tanto que el más reciente homicidio de uno de sus líderes ocurrió el pasado 15 de junio en el departamento (provincia) colombiano de Sucre (norte).

El presidente, al intervenir en un acto público en la ciudad de Montería, capital del departamento de Córdoba (norte) y uno de los más afectados por el problema de tierras, reveló que hasta ahora se han presentado 16.207 reclamaciones de devolución de tierras que está investigando la Fiscalía.

En enero pasado entró en vigor la ley de restitución de tierras, que pretende devolver hasta 2014 unos dos millones de hectáreas a cerca de 400.000 familias desplazadas por la violencia, en el marco del conflicto armado que padece el país desde hace cerca de medio siglo.

 

En Colombia operan las Farc y el Eln, que se enfrentan al Estado y a grupos armados de extrema derecha vinculados al narcotráfico.

A lo largo del conflicto, más de tres millones de personas han sido desplazadas por la fuerza, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).