De esta manera lo aseguró la Secretaría de Ambiente del Distrito, señalando que los ecosistemas afectados por el proyecto vial serían Juan Amarillo, Capellanía y La Conejera.
Respecto al humedal Capellanía, el daño se causaría en 5,4 de sus hectáreas, mientras que en el Juan Amarillo serían 4,8 las afectadas, así como 4,5 de La Conejera.
Dijo esa cartera distrital que “por los elevados niveles de ruido (superiores a los 70 decibeles) para la construcción de pilotes y calzadas a su vez se verían afectadas las aves, ya que se bloquearían los cantos que utilizan para su reproducción. La ALO también ocuparía 23,8 hectáreas de la zona de ronda del río Bogotá en tres sitios; uno de ellos la parte norte aledaña al aeropuerto Guaymaral donde se han presentado los mayores impactos negativos en los dos últimos inviernos”.
23 hectáreas de la Reserva Forestal del Norte serían invadidas y divididas por el proyecto de la ALO, incluyendo el bosque ‘La maleza de Suba’, última reserva de vegetación silvestre que sobrevive sobre un área de planicie, la cual está protegida por el Distrito.
Pero ese no es el único problema que provocaría el polémico proyecto vial. La ALO también tendría como consecuencia la extinción de una especie vegetal única en el mundo que solamente habita en la zona por la que pasaría en el humedal La Conejera: la flor conocida como ‘la margarita del pantano’.
“Igual suerte correrían varias formaciones vegetales en la Chucua de Colsubsidio, sector con las mejores condiciones ecológicas del Juan Amarillo, y el musgo acuático, una rareza biológica única que no existe en otros humedales de la ciudad ni de la región. El desarrollo de este proyecto vial generará situaciones que limitan la gestión ambiental para la recuperación ecológica y la conservación de estos humedales. Además se producirían efectos en cadena que deteriorarán su estructura y función ecológica, entre ellos la colmatación con sedimentos y la terrificación de los cuerpos de agua”, enfatizó Margarita Flórez, secretaria de Ambiente.
“Es cuestionable construir una mega obra vial que afecta estas tres áreas protegidas de la capital, en las cuales el Distrito ha invertido entre 2007 y 2011 alrededor de $20 mil millones en su recuperación ecológica y en la gestión para su manejo y administración. Además, labores de educación y concientización la gestión ambiental urbana es considerada exitosa”, adicionó la funcionaria.