Fueron entregados recursos como anticipos a contratistas y proveedores por más de $20.000 millones. En auditoría de la CGR se concluyó que la gestión de la entidad en la entrega, manejo y control de los anticipos no cumple con la normatividad
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Al descubrir 13 hallazgos fiscales por $20.218.572.858, la Contraloría General de la República, CGR, le puso lupa a los recursos que maneja el Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo, Fonade. A través de una auditoría de cumplimiento, se detectaron además 18 hechos disciplinarios que están siendo trasladados a la Procuraduría General de la Nación.
La CGR encontró obras inconclusas, cuya ejecución implica periodos de tiempo superiores a los estimados, también trabajos pendientes de entrega a las entidades territoriales y recursos otorgados en calidad de anticipo que aunque no han sido ejecutados o invertidos, se encuentran en poder de contratistas y proveedores.
La auditoría de cumplimiento realizada por la Contraloría, concluyó que la gestión realizada por Fonade en la entrega, manejo, control e inversión de los anticipos de los proyectos que gerencia y en los que en su mayoría son beneficiarios de las obras de los municipios, no resulta conforme con la normatividad que regula su actividad misional en este aspecto.
Lo anterior, debido a que la ejecución de los recursos entregados en calidad de anticipo en los contratos derivados que celebra la entidad “no cumplen los principios de eficacia y celeridad, y los resultados no se logran de manera apropiada y oportuna, conforme a los objetivos y metas previstas para el beneficio de la población objetivo”.
Malas obras
La CGR encontró obras inconclusas, cuya ejecución implica periodos de tiempo superiores a los estimados, también trabajos pendientes de entrega a las entidades territoriales y recursos otorgados en calidad de anticipo que aunque no han sido ejecutados o invertidos, se encuentran en poder de contratistas y proveedores.
La Contraloría puso en la mira el manejo de los anticipos en Fonade cuando en la auditoría regular practicada para la vigencia 2016, se estableció que el monto de los anticipos que la entidad entrega a sus contratistas (contratación derivada) no se registra, clasifica ni se presenta en los estados financieros. Por esta razón, el deterioro que eventualmente puede afectar estos anticipos tampoco se revela en las cifras contables de la entidad, lo cual indica que el riesgo de pérdida por la exposición a los contratistas no se evalúa ni se valora. Adicionalmente, se expone en mayor grado al riesgo de fraude (bajo la modalidad de apropiación indebida de activos) toda vez que, al no incorporarse al sistema de información financiera, se dificulta el seguimiento a su utilización y ejecución.
Señala el ente de control que Fonade no logró los objetivos de la gerencia de proyectos, dado que si bien se han invertido cuantiosos recursos por parte del Estado para satisfacer necesidades básicas de la población beneficiaria, la gestión de los proyectos que le son encomendados en desarrollo de su misión como gerente y gestor de los mismos, no alcanza el cumplimiento de los fines estatales.
Auditoría
Lo que se ha evidenciado en los ejercicios de auditoría y en los estudios de la Contraloría es que los problemas en la gestión no solo devienen en la ejecución de las obras sino que, además, existen inconsistencias en la información, problemas con permisos para la ejecución de los proyectos, consultas previas, retrasos en la adquisición y legalización de terrenos, demoras en los trámites contractuales, y deficiencias en la supervisión e interventoría, lo que ha puesto de relieve las profundas debilidades en las diferentes etapas de los proyectos, especialmente en la planeación y estructuración.
Estas debilidades parecen más permanentes que ocasionales, cuando se espera que la entidad llamada a ser el “agente de proyectos de desarrollo del Estado”, no sólo brinde su experiencia y conocimiento para calcular y mitigar dichos riesgos, sino que sea experta en su identificación, evaluación, control y mitigación.
Señala la CGR que han sido recurrentes los hallazgos con relación a los procesos contractuales y la ejecución misma de las obras adelantadas por entes territoriales en los convenios suscritos con Fonade, en los cuales esta entidad debía servir como apoyo técnico y/o supervisor e interventor de las obras.
Las situaciones encontradas en el proceso auditor generan muchas dudas en relación con la razón de ser de Fonade, por cuanto parece más una intermediación en materia de contratación que una asistencia técnica de un agente especializado.
Una de las principales causas del fracaso en la ejecución de los proyectos que adelanta el Fondo es que no obstante que en este modelo la entidad se compromete a entregar al ente territorial los estudios, diseños y presupuestos del proyecto, así como a girar los recursos y celebrar los contratos de interventoría a que haya lugar, deja en cabeza del ente territorial la “responsabilidad exclusiva” por la contratación de las obras.
Esto quiere decir que a pesar de ser un convenio de gerencia de proyectos, en el cual la obligación de Fonade es de resultado, se le está trasladando la responsabilidad de los procesos contractuales y de los resultados del proyecto a quien por obvias razones no debería tenerla, toda vez que los municipios y departamentos no cuentan con la misma capacidad técnica, experiencia y conocimiento para adelantar dichos procesos, y por lo tanto, se expone a mayores riesgos en la ejecución de los proyectos.
Otra gestión
La auditoría confirma los resultados del estudio realizado por la Contraloría, en el cual se analizó su papel como entidad financiera de fomento y desarrollo, y se concluyó que no solo dejó de lado sus actividades de fomento al no realizar operaciones de crédito sino que hoy en día su contribución al desarrollo depende, no de una política definida, sino de los clientes que logre conseguir para gerenciar o gestionar tales proyectos, mediante la firma de convenios o contratos.
Sostiene la Contraloría que “desde hace varios años Fonade no desarrolla las actividades esenciales que caracterizan un establecimiento de crédito, pese a lo cual continúa bajo la inspección y vigilancia de la Superintendencia Financiera de Colombia y se beneficia de un régimen de contratación especial que debería redundar en la celeridad de sus procesos de contratación pero que finalmente pierde su esencia cuando traslada a los entes territoriales la responsabilidad en la contratación de las obras”.
“Todo lo anterior indica que Fonade ha dedicado su quehacer misional a partir de un criterio de rentabilidad, si se tiene en cuenta que un porcentaje significativo de los ingresos de la entidad tienen origen en los rendimientos financieros que le genera la inversión de los recursos que recibe de los clientes en desarrollo de la línea de negocios de gerencia de proyectos”, sostiene el informe.
Al contrastar los ingresos por rentabilidad con los avances de los proyectos, es evidente que el avance físico de los mismos no guarda relación con el flujo de los recursos que ingresan a la entidad. El hecho de que los rendimientos con origen en la gestión de activos financieros tengan una participación tan importante en la generación de ingresos, da cuenta de que su función esencial como agente de proyectos y entidad de desarrollo quedó relegada a un segundo plano por parte de la administración de la entidad.
Para la CGR resulta evidente que Fonade no ha participado de una verdadera política orientada a mejorar la eficiencia de la inversión de recursos por parte de los entes territoriales, a lo que estaría llamado como “Agente de Proyectos de Desarrollo” del Estado.
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