El nivel de obligaciones pendientes es menor a junio del año pasado
Las familias colombianas que tienen obligaciones pendientes con el sistema financiero hasta junio de este año, deben 100,2 billones de pesos, de los que el 73,6 por ciento corresponden a deudas de consumo y el 26,4 por ciento a créditos de vivienda.
De acuerdo con el gerente general del Banco de la República, José Darío Uribe, el crecimiento real anual de la deuda de los hogares se ubicó en 11,6% en junio de 2013, inferior al observado durante el segundo semestre del año anterior (14,5%).
Sostiene el informe del Emisor que el indicador de carga financiera de los hogares (CFI) presentó un leve incremento en comparación con lo observado en diciembre de 2012, pasando de 13,9% en dicho mes a 14,2% seis meses después.
Este aumento se explica por el comportamiento de las carteras de consumo y vivienda, las cuales aumentaron en 1 punto porcentual su participación dentro del salarios de los hogares, representando el 12,3% y el 1,8% de los mismos, respectivamente.
Asimismo, Uribe explicó que las actividades de intermediación financiera de los establecimientos de crédito mostraron una estabilización durante el primer semestre de 2013, luego de un período de desaceleración que comenzó a finales de 2011. La cartera bruta creció a una tasa real anual de 13,3% en junio del año en curso, cifra superior a la observada en diciembre de 2012 (12,5). Crédito comercial
Señala el informe que este comportamiento está explicado, principalmente, por la expansión del crédito comercial, mientras que el de consumo continúa exhibiendo reducciones en su ritmo de expansión.
Por otro lado, la utilidad acumulada durante los últimos doce meses registró una menor dinámica que en 2012, como consecuencia de la disminución en el ritmo de crecimiento del margen de intereses y de la caída de los ingresos por valorización de inversiones.
En cuanto al pasivo, se resalta el incremento de los bonos y de los depósitos de cuentas de ahorros y corrientes.
Frente a los deudores del sistema financiero, se resalta que durante 2012 el sector corporativo privado presentó unos indicadores financieros menos favorables que en 2011, en relación con un año atrás, como consecuencia de un menor crecimiento de las ventas y de una disminución de los indicadores de rentabilidad.
Sin embargo, el indicador de calidad de esta cartera se mantiene estable, y a junio de 2013 los sectores de manufactura y comercio muestran un buen desempeño.
Además, en los meses más recientes se observan mayores exigencias por parte de las entidades para otorgar préstamos, al tiempo que la situación económica de los hogares continúa siendo favorable, como sugieren los indicadores de niveles de riqueza y de expectativas de los consumidores.
En cuanto al riesgo de crédito, los indicadores de calidad (IC) y de mora (IM) no presentaron variaciones importantes durante el último año. A junio del año en curso el IC se ubicó en 6,8%, cifra levemente inferior a la observada un año atrás (6,9%).
Microcréditos
Por modalidad el indicador para los microcréditos se deterioró, mientras que para el resto de carteras permaneció estable. Por el lado del IM se observó un ligero incremento, pasando de 3,3% a 3,4% en el mismo período, siendo los microcréditos los únicos que registraron deterioros del indicador.
Al analizar las pérdidas potenciales por riesgo de mercado, se observó un aumento en el promedio de los últimos seis meses, en especial en la posición propia de las SCB y las AFP.
Dicho incremento continuó en niveles inferiores a los observados en los períodos de mayor volatilidad en el mercado de deuda pública (mediados de
2006 y de 2008). Adicionalmente, durante el primer semestre de 2013 los establecimientos de crédito registraron niveles de liquidez por encima del mínimo establecido por la regulación.
En el caso de los bancos, se observa una disminución en estos niveles, que obedecen a un menor valor de sus activos líquidos.
En resumen, a junio de 2013 la cartera del sistema financiero presentó relativa estabilidad en su ritmo de crecimiento, luego de la desaceleración que se venía observando desde finales de 2011.
Este comportamiento estuvo acompañado por una evolución estable en los indicadores de calidad y de mora, con respecto a junio de 2012. Por el lado de los deudores, se resalta el menor desempeño de los indicadores financieros del sector corporativo privado, y los mayores niveles de endeudamiento y de carga financiera de los hogares.
A pesar de esto, el indicador de calidad de las firmas deudoras del sistema financiero no ha presentado incrementos importantes, y la situación económica de los hogares sigue siendo favorable. Así mismo, se observó un aumento moderado en las pérdidas potenciales por riesgo de mercado para todas las clases de entidades, junto a una diminución en los niveles de liquidez para los bancos.