Impresionante por fuera - ya que su edificio es un monumento histórico- por dentro lo es aún más por las colecciones maestras que alberga.
Veinticinco años después de ser creado y tras una amplia renovación, el museo de Orsay de París va a revelar al público, el próximo jueves su nuevo rostro, que permite apreciar bajo una nueva luz sus joyas impresionistas, como las bailarinas de Degas y las amapolas de Monet.