Reelección sin oposición, la estrategia de Maduro | El Nuevo Siglo
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Lunes, 11 de Diciembre de 2017
Agence France Presse

Fortalecido con un triunfo en las elecciones de alcaldes, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, busca su reelección en 2018 con la vía despejada tras amenazar a los principales partidos opositores con excluirlos de las presidenciales.

La victoria del chavismo, que ganó el domingo 308 de las 335 alcaldías, era previsible pues decidieron no participar las tres mayores fuerzas de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD): Primero Justicia, del excandidato presidencial Henrique Capriles; Voluntad Popular, del preso Leopoldo López; y Acción Democrática, de Henry Ramos Allup.

Pero Maduro sorprendió cuando, al votar, aseguró que esos partidos quedarían inhabilitados por boicotear las municipales: "Partido que no haya participado hoy y haya llamado al boicot de las elecciones no puede participar más", advirtió.

Estados Unidos consideró la advertencia del presidente como "otra medida extrema para cerrar el espacio democrático en Venezuela y consolidar el poder en su dictadura autoritaria", según la vocera del Departamento de Estado, Heather Nauert.

Juan Andrés Mejía, coordinador de Voluntad Popular, minimizó la amenaza, al asegurar que su partido está incluso preparado para una eventual "ilegalización".

"No ha sido suficiente con el encarcelamiento de Leopoldo López, con la persecución a nuestros activistas (...) y no será suficiente con las amenazas que hoy ha manifestado Nicolás Maduro y quienes lo rodean", desafió.

En las elecciones, con una participación del 47,3%, el oficialismo conquistó además la gobernación del estado Zulia, cuya elección se repitió el domingo, sumándola a las 18 entidades ganadas -de un total de 23- en los comicios regionales del pasado 15 de octubre.

"Ahora a prepararse para grandes victorias en 2018", instó Maduro, quien según el vicepresidente, Tareck El Aissami, buscará un segundo período de seis años.

 "Dividir al enemigo"

La MUD no participó en las municipales argumentando que hubo fraude en los comicios de gobernadores y que su meta son las presidenciales; por ello aceptó ir el 1 de diciembre a un diálogo en República Dominicana en busca de garantías electorales, cuya segunda ronda será el viernes.

Durante una reunión este lunes en Roma con el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, el jefe del Parlamento de mayoría opositora, Julio Borges, abogó por garantías "que hagan viable unas elecciones presidenciales justas".

"El resultado de las municipales no refleja el mapa de preferencias políticas de los venezolanos, mayoritariamente opositor; pero sí empeora dramáticamente la capacidad de lucha y motivación de la oposición, algo que el chavismo seguramente sabrá aprovechar", opinó el analista Luis Vicente León.

Opositores y analistas creen que Maduro, con influencia en el poder electoral, adelantará las presidenciales de fines de 2018 al primer trimestre, para aprovechar la fractura que se profundizó en la MUD con la derrota en la elección de gobernadores y el diálogo. 

Tras superar protestas opositoras que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio, e instaurar una Asamblea Constituyente de plenos poderes, Maduro subió su popularidad de 24,4% a 31,1%, según la firma Venebarómetro. En cambio, la evaluación negativa de la MUD aumentó de 46,1% a 65,7%.