¿Por qué el Gobierno no reduce gasto público? | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 13 de Diciembre de 2017
Redacción Economía

Uno de los factores que tuvo en cuenta la calificadora de riesgo Standard and Poor’s para rebajar la nota de Colombia de BBB a BBB-, fue la inflexibilidad del gasto público, el que a juicio de la entidad internacional sigue siendo alto a pesar de los recortes realizados por el Gobierno.

Durante la discusión del Presupuesto General de la Nación para 2018, el Gobierno anunció recortes en varios aspectos como viajes de avión en primera clase para los funcionarios, publicidad., realización de eventos y regalos, lo que a juicio de los analistas no son ahorros representativos para las necesidades del país.

 

Sin margen de maniobra

Según el documento Conpes 3252 el Gobierno tiene un escaso margen de maniobra al preparar el presupuesto, pues un alto porcentaje de los gastos que debe hacer cada año está predeterminado.

Las inflexibilidades presupuestales hacen referencia principalmente a dos tipos de realidades. En primer lugar, el presupuesto es una recopilación de mandatos legales y constitucionales, cuya obligatoriedad implica un muy reducido margen de maniobra por parte del gobierno en la asignación del gasto público. Por lo tanto, el necesario ajuste fiscal se hace más por la vía de ingresos adicionales que por la vía de menores gastos, con el consecuente impacto sobre la economía.

Así mismo, muchos de los programas de Gobierno no encuentran cabida dentro del presupuesto, dado que muchos gastos “vienen” de manera inercial de años atrás, y en consecuencia, no parece siempre haber coherencia entre los objetivos y planes de gobierno y los recursos asignados a su cumplimiento. Son las llamadas inflexibilidades con fuente en el gasto

En segundo lugar, está lo que se conoce como rentas de destinación específica, o inflexibilidades con fuente en los ingresos. Este fenómeno es el resultado, entre otras, de la apropiación de rentas por parte de sectores sociales que hoy cuentan con un interés creado en dichos rubros.

Adicionalmente, las rentas de destinación específica están respaldadas por leyes y normas que las mantienen en el tiempo, sin que necesariamente se consulte la dinámica de la necesidad que justificó su creación, ni se haga una evaluación del impacto que cada renta tiene en el logro de los objetivos planteados inicialmente.

Un análisis de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia, Asobancaria señala que durante los últimos años, el comportamiento del gasto público del Gobierno Nacional Central estuvo en gran medida influenciado por el ciclo económico. Así las cosas, entre 2010 y 2013, periodo que coincide con la época de elevados precios del petróleo, el gasto público del país aumentó en cerca de 1,6 puntos porcentuales, pasando de 17,6% a 19,2% del PIB.

 

  1. Transferencias

Aunque los gastos de funcionamiento también comprenden los gastos de personal y los gastos generales, su componente principal son las transferencias. Estas a su vez se componen de las asignaciones que hace la Nación a las entidades territoriales por medio del SGP, los aportes del Estado a las Universidades, los pagos de pensiones, las prestaciones sociales de los maestros, y otras transferencias de menor cuantía de diversa índole Las transferencias territoriales y el pago de pensiones son los mayores componentes, pero las otras transferencias también son importantes conformando cerca de una quinta parte del total de transferencias.

De acuerdo con Asobancaria na de las principales recomendaciones que debería contener una reforma al SGP consiste en simplificar los criterios de asignación y distribución de las transferencias a las regiones. De acuerdo con el DNP (2016), en la actualidad se utilizan 42 criterios para distribuir los recursos, lo que hace que el sistema de asignación no solo sea complejo, sino que dificulta la evaluación y el seguimiento de los criterios.

 

  1. Rentas de destinación específica

Las inflexibilidades con fuente en los ingresos surgen por normas que destinan un ingreso de la Nación o parte de él a una destinación específica.

Entre éstas se encuentra el Fondo Nacional de Regalías, la participación del IVA de las antiguas intendencias y comisarías, la de dotación y arreglos locativos de escuelas industriales e institutos técnicos, entre muchas otras.

El problema se ha agudizado en los últimos años debido a la creación de nuevas destinaciones específicas de los ingresos de la Nación.

Si se analiza el momento en el cual fueron creadas las diferentes rentas de destinación específica se encuentra que la mayoría de las inflexibilidades en el ingreso presentes, fueron creadas durante la década de los 90.

 

  1. Pensiones

Los tres problemas principales del sistema pensional colombiano son: la inequidad del sistema actual, de manera que aportes iguales reciben beneficios diferentes dependiendo del régimen en el que estén vinculadas las personas, la baja cobertura y la insostenibilidad financiera del sistema.

Con respecto a este último aspecto, ningún sistema pensional es financieramente sostenible si los años que deben cubrir las pensiones no aumentan en la misma proporción que aumentan los años de cotización, razón por la cual, la edad de pensión debería estar atada a la expectativa de vida de la población.

Solo para 2018 se tiene en el Presupuesto General de la Nación un rubro de $41,14 billones para el pago de las mesadas a los jubilados, con el agravante de que las pensiones de alto valor tiene un subsidio del Estado.

 

  1. Deuda

Según el Banco de la República, la deuda externa del país continuó creciendo en agosto. Dicha deuda, según el Emisor, alcanzó en el octavo mes del año los US$124.770 millones, una cifra superior en 7,22% a los US$116.363 millones registrados en el mismo mes del año pasado.

No obstante hay que decir que en cuanto al porcentaje del Producto Interno Bruto, la deuda externa representó apenas un 40,1%, menor al 41,2% del 2016. El reporte también señala que la deuda pública llegó a los US$72.772 millones, monto superior en un 3,82% a los US$70.093 millones registrados en el octavo mes de 2016.

De este total, la deuda privada llegó a los US$51.998 millones frente a los US$46.270 de agosto del año pasado, lo que representa un aumento del 12,38%.

En el Presupuesto se estipula que para el papo de la Deuda el Gobierno tiene destinado un monto de $51,94 billones.

 

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