El guardián del Mopa Mopa | El Nuevo Siglo
Foto cortesía
Sábado, 16 de Diciembre de 2017
Cindy Johana Serrano
Reconocido a nivel mundial por ser un promotor de esta ancestral tradición. Su lucha ha sido diaria y por años para que este arte no caiga en el olvido

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Una cosa es ser un artesano y otra cosa muy diferente es tomar entre las manos la responsabilidad de mantener vivo un legado histórico de un país, mostrando por décadas al mundo la exquisitez de un arte que tiende a desaparecer. Eso es lo que hace el maestro Eduardo Muñoz, uno de los artesanos más importantes de Colombia y el rostro más destacado a nivel mundial de los barnizadores.

Este maestro que nació amando el arte ha sido un incansable promotor de la técnica Mopa Mopa o Barniz de Pasto y no sólo en el país, sino en el mundo. Así ha dejado huella en República Checa, España, Japón, Rusia, Alemania e Inglaterra donde ha exhibido sus deslumbrantes obras y ha dado a conocer este arte tan propio de su región.

Es por esas razones y porque sin duda se ha convertido en un guardián del Mopa Mopa que ha sido merecedor de  varias distinciones nacionales e internacionales y se siente más que orgulloso al recordar que una de sus obras engalana el salón de las artes de la Unesco.

En el marco de Expoartesanías, El NUEVO SIGLO habló con el maestro Muñoz sobre su recorrido, los detalles de ésta técnica y el panorama de los artesanos en Colombia.

EL NUEVO SIGLO.- ¿En qué consiste la técnica del Mopa Mopa?

EDUARDO MUÑOZ. - El Mopa Mopa o Barniz de Pasto es una técnica ancestral que se hace con base en el embrión de una hoja originaria del Putumayo. Nosotros hacemos todo el proceso de transformación de esta materia prima hasta convertirla en arte.  Para la elaboración de ésta es necesario hervir la plata e irla transformando como en un chicle, la limpiamos, la molemos y la trabajamos hasta que queda como una masa. Ahí le ponemos anilina para que tome el color, ya después entre dos personas y con ayuda de la boca, se estira lo más que se pueda para que quede una lámina. Ya teniendo la materia prima lista, se hace el tallado en la pieza.

ENS.- ¿Hay algún diseño en específico?

EM.- Como la técnica la trajeron los españoles, pues las piezas de la época siempre retrataban la cultura europea y sus paisajes, lo que significó una pérdida de la cultura indígena. Es por eso que en mis diseños siempre trato de rescatar esa cosmovisión indígena y mantener viva en una imagen su perspectiva de la vida.  Aunque también es relativo, cada barnizador tiene su estilo, puede ser floral, con figuras sencillas…  Yo por lo menos también trato de retratar los paisajes y la cultura nariñense. 

guitarra

¿Dónde aprendió a trabajar esta técnica?

EM.- Nosotros somos 12 hermanos. Cuando éramos pequeños mi mamá se fijaba mucho en los talentos y afinidades que teníamos cada uno, así que fue ella quien me encaminó hacia las artes. Cuando tenía 13 años mi mamá me llevaba a donde el esposo de una prima de ella que era barnizador, yo quedaba sorprendido de las maravillas que él hacía y fue ahí donde se me despertó el apetito por este arte. Después estudié arte y desde muy chico empecé a alternar mis conocimientos de barnizador con lo que aprendí sobre pintura.

ENS.- Cuénteme un poco sobre los talleres que dicta en conjunto con la Fundación BAT

EM.- Yo trato de hacer mis talleres para promover este arte. Para mí es muy importante que la gente conozca esta técnica tan antigua y que se interesen por mantenerla viva. Es importante que los maestros le transmitan a las nuevas sus secretos. Es por esto que este tipo de espacios, como los que abre la Fundación, son fundamentales para despertar un interés en la gente y que se interesen por conocer más. Aparte que es una gran oportunidad para mostrarle al mundo lo que nosotros hacemos. Yo me lo gozo, para mí es un orgullo dar a conocer en muchos países nuestro arte.

ENS.- ¿Cómo le fue en los talleres de Expoartesanías?

EM.- Fue una experiencia muy bonita y muy motivadora, Par mi fue especial ver que la gente se interesaba mucho por esta técnica, los talleres siempre se prolongaban más de lo normal, hacían preguntas. Yo estoy muy agradecido con la labor que está haciendo Expoartesanías por abrir estos espacios, dar a conocer a los artistas y las obras.

ENS.- ¿Las nuevas generaciones están comprometidas con este arte?

EM.-   Yo creo que es un poco de todo. La mayoría de los jóvenes no sueñan con ser artesanos, quieren es estudiar otras cosas que no fortalecen el campo o la región. Ellos suelen irse a las ciudades y son pocos los que se interesan en mantener vivo este legado. La modernidad ha venido dejando atrás este tipo de oficios.  Ecuador por lo menos es una potencia artesanal, otras regiones de nuestro país también tratan de mantener vivo su arte, como pasa en Boyacá o en Antioquia, lo que no está pasando en Nariño.  Debemos trabajar constantemente por no perder nuestro patrimonio, nuestra herencia, nuestro legado.

ENS.- Y ante este ¿qué hacer?

EM.- Debemos estimular a los jóvenes, debemos tratar de que se interesen por formar parte de un legado y de una historia. Ahora hay un grupo de emprendedores en Nariño que precisamente está abriendo espacios de aprendizaje, están promoviendo y dando a conocer no sólo esta técnica, sino varias que son propias de la región .

ENS.- Muchos artistas, de todas las ramas de las artes, dicen que es muy difícil vivir de este oficio porque no es bien pago. ¿Qué les diría?

EM.- No es fácil, pero vale la pena. Todo se debe hacer con amor, con paciencia, con mucha motivación. Yo he logrado cumplir muchas de mis metas personales gracias a la tenacidad que he tenido, ¡Las cosas no llegan del cielo! Si es posible vivir del arte, de lo que se ama, pero se necesita mucha constancia. Cada pieza que se debe hacer bien, hay que imprimirle amor, cariño, esa es la clave.