Piden solución real a cultivos ilícitos en Tumaco | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Lunes, 20 de Noviembre de 2017
Redacción Política
Exigen presencia fuerte de agencias del Estado en esta convulsionada región.

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El municipio de Tumaco, Nariño, es el más afectado en el país por la presencia de cultivos de coca, con más de 23 mil hectáreas, por lo que es prioritario para las estrategias que adelanta el Gobierno nacional de erradicación forzosa y sustitución. Si bien en el primer frente las autoridades anuncian que el balance es satisfactorio porque  se han erradicado más de 11 mil hectáreas; en el segundo el senador Iván Cepeda asegura que es deficiente porque según él se ha privilegiado la acción militar sobre las soluciones que requieren los campesinos para conseguir el sustento con otra actividad.

Cepeda estuvo hace algunas semanas en este municipio, junto con otros parlamentarios de las comisiones de Paz del Congreso, en donde tuvieron la oportunidad de dialogar con las autoridades locales y la población sobre la problemática de los cultivos ilícitos y las acciones que emprendió el Gobierno nacional contra este flagelo.

“Lo que pudimos constatar en Tumaco es una radiografía de toda la problemática que gira en torno a los cultivos de uso ilícito. Tumaco es una población que está totalmente marginada del desarrollo económico y presa del narcotráfico, en donde los jóvenes no tienen ninguna otra alternativa que dedicarse a esa clase de negocios, en la que la única presencia del Estado es la erradicación, era la fumigación, y ahora es esa presencia militar y policial que no resuelve los problemas”.

El Parlamentario del Polo dijo que lo que se ha visto en Tumaco es que “se deja a la Fuerza Pública todo el peso de lo que debería ser un tratamiento social para resolver el problema del narcotráfico”.

Cepeda dijo que la problemática de los campesinos de este municipio dedicados a los cultivos ilícitos no es muy diferente a la que se vive en otras regiones del sur del país y de otras zonas de frontera, en donde “cientos de miles han sido obligados a llevar una vida en la pobreza. Muchos de ellos desplazados por la violencia, no han encontrado otra fuente de ingresos que el cultivo de la hoja de coca”. El senador aseveró que “a esos campesinos no se les ofrece ningún tipo de solución seria hoy en el país”.   

El Parlamentario de oposición propuso “que hay que hacer de Tumaco un escenario en el que se apliquen políticas de paz y no de guerra, y en el que se busque una solución social del problema del narcotráfico y de los cultivos de uso ilícito, y eso implica una presencia fuerte de todas las agencias del Estado comprometidas con esos programas”.

Cepeda dijo que incluso cabe que el Gobierno estudie una medida de excepción como sería “la posibilidad, como en otros países, de que el Estado compre la hoja de coca a los campesinos de una manera temporal y con controles. Por supuesto, no se trata de abrir una especie de nuevo mercado, esta vez respaldado por el Estado, pero sí que el Estado comprara la hoja de coca durante un lapso de tiempo y se procediera a hacer la sustitución porque el problema es que mientras los campesinos tienen la oferta permanente del narcotráfico, la oferta del Estado para la sustitución es muy lenta”.

Problema social

El Gobierno ha logrado acuerdos para sustitución voluntaria de cultivos con cerca de 7 mil familias en el municipio de Tumaco, las cuales en algunos casos han recibido el primer pago en tanto que la mayoría está a la espera de que se haga efectivo.

No obstante según señaló el representante a la Cámara, Alirio Uribe, en un debate de control político la semana pasada en el Congreso, en sólo en Tumaco y Llorente, en donde los cultivos de coca superan 20.000 hectáreas, hay más de 30.000 familias que dependen de esa economía ilegal y no cuentan con alternativas de ingreso.

Por su parte, la representante Ángela María Robledo dijo que la gente en Tumaco vive en condiciones de extrema pobreza y sobrevive con los cultivos de coca. “Es un pueblo que está atrapado en el corazón de la selva, donde el olvido es histórico, no tienen vías terciarias, para sacar productos del campo ni para sacar a los enfermos, ni para transportar combustible, ni mucho menos, para que cinco mil niños, a pesar de que caminan cuatro horas diarias –dos de ida y dos de vuelta- puedan acceder a la educación pública”.

Tras la salida de las Farc de Tumaco por el acuerdo de paz se ha acentuado la disputa territorial entre las disidencias de esa organización, el Eln y bandas criminales.

Las autoridades culpan a algunas de estas organizaciones de aupar a los campesinos para protestar contra el programa de erradicación, en las cuales en octubre pasado fueron asesinados 6 labriegos y hubo más de 20 heridos. Las investigaciones aún no han determinado quién disparó.

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