Más allá de la picazón: cuando la piel se vuelve intolerante | El Nuevo Siglo
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Jueves, 30 de Noviembre de 2017

PICA, rasca, duele y hasta avergüenza. Así es la dermatitis atópica, una de las enfermedades crónicas más comunes, que afecta a la quinta parte de la población en los países desarrollados y que termina siendo un mal no solo que incapacita sino que aísla, socialmente, a quien la padece.

De acuerdo con Natalia Hernández, médica especialista y presidenta de la Asociación Colombiana de Dermatología (AsoColDerma), la Dermatitis Atópica es una enfermedad de la piel que se caracteriza por presentar lesiones rojizas, engrosadas y que generan picazón. Estas  lesiones pueden aparecer en diferentes zonas del cuerpo, que varían según la edad del paciente. En lactantes suelen aparecer en las mejillas y durante la infancia en los pliegues de áreas como el cuello, las rodillas y los codos. Los adultos pueden manifestar la dermatitis en cualquier parte del cuerpo, pero suele ser más común en las manos y en la cara.

Entre tanto, José Manuel Carrascosa MD PhD, médico del  Departamento de Dermatología del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona, mencionó algunos aspectos importantes sobre cómo ha evolucionado el diagnóstico y tratamientos de esta enfermedad, tema tratado en el marco del III Congreso  Colombiano de Dermatología, realizado en Cartagena a comienzos de noviembre.

De acuerdo con el especialista español, “existen diversos grados de atopía, desde pacientes que presentan lesiones en unas pocas zonas del cuerpo, limitadas, que responden bien a los tratamientos tópicos, hasta otros que presentan afectación muy extensa y de forma persistente. En su conjunto, la dermatitis atópica es la enfermedad inflamatoria de la piel más frecuente en la infancia y una de las más habituales en la edad adulta. Su aparición se relaciona a estímulos muy diversos, tanto externos representados en el medio ambiente, como internos relacionados con el estrés.”

Síntomas

•Intolerancia a ciertas condiciones externas como el clima (muy seco o muy húmedo), el agua en exceso, los detergentes, el sudor, algunos materiales textiles, el polvo, entre muchos otros.

•Por lo tanto se presenta la inflamación en la piel, la cual se manifiesta con enrojecimiento, piquiña y descamación. En casos severos, incluso, pueden aparecer bombitas con líquido o pus.

•En otros sistemas del organismo estas intolerancias se presentan como rinitis, asma y conjuntivitis alérgica. De hecho, estas enfermedades suelen ir de la mano en una misma persona o en una misma familia.

 “Los síntomas más frecuentes de la dermatitis atópica son el prurito, el picor, que no sólo condiciona una molestia persistente y un rascado a veces compulsivo, que a su vez provoca más lesiones en la piel, sino que inhabilita, en los casos más graves, las relaciones sociales, laborales, íntimas y dificulta un descanso efectivo”, explica Carrascosa.

Tratamientos

La dermatóloga  Natalia Hernández explica que durante muchos años el tratamiento para la Dermatitis Atópica estuvo centrado en cremas antiinflamatorias, fototerapia y algunos medicamentos sistémicos con respuestas parciales. Por la desesperación que produce la enfermedad, muchos pacientes tienden a auto formularse corticoides parenterales con toda la toxicidad que esto implica.

Sin embargo, en los años recientes se ha abierto una esperanzadora ventana con nuevos medicamentos biológicos que tienen su acción principal en las moléculas implicadas en la enfermedad y que según estudios han mostrado en una alta eficiencia. Así mismo, están en desarrollo medicamentos tópicos que equilibran el sistema inmunológico para que el organismo se defienda de la enfermedad.