Una noche de fútbol con el derbi que polariza a los aficionados guayaquileños.
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Sin lugar a dudas uno de los encuentros más importantes de América es el clásico del Astillero, que protagonizan los dos equipos de Guayaquil.
La jornada inició a las 4 de la tarde del miércoles 15 de noviembre. El partido se ponía en pie a las 8 de la noche, sin embargo, nos recomendaron estar dos horas antes del encuentro para ubicarnos en un puesto del estadio con tranquilidad.
El George Capwell nos recibió con la energía que recoge un clásico entre los dos equipos de Guayaquil, que por muchos son considerados como los más relevantes de Ecuador.
Afortunadamente, llegamos antes de las 6 al estadio. Cuando entramos quedaban pocos asientos y el trayecto del hotel al Capwell fue complicado pues en la ciudad se desarrollaba una marcha a cargo de los trabajadores de las bananeras que buscaban llegar a un acercamiento con el gobierno. La movilización se desarrolló de forma pacífica. A pesar de que se mantuvo el orden público, las calles sufrieron atascos y se generó más tráfico de lo normal.
¡Empieza a llegar nuestra hinchada! ¡VAMOS AZULES! #VamosEmelec ⚡️⚽️ pic.twitter.com/Efmen9R0rh
— Club Sport Emelec (@CSEmelec) 15 de noviembre de 2017
Era un día fresco, la temperatura fue de 22 grados y con algo de nubosidad. Como buen clásico de Sudamérica, desde las 8 de la mañana en todos los rincones de Guayaquil se hablaba del partido que enlazaba dos caras. En la primera se encontraba el Emelec, liderando en paz y calma el torneo, mientras que el Barcelona sufrió en las últimas semanas la eliminación de la Copa Libertadores en su casa cuando Gremio de Porto Alegre le arrebató el pase a la siguiente ronda.
Los ‘toreros’ llegaban golpeados al clásico. En cambio los ‘eléctricos’ gozaban de un envión anímico que les fue útil a lo largo del encuentro. Desde muy temprano, las calles aledañas al estadio de Emelec se comenzaban a llenar de personas que tienen la expectativa de ver a su equipo campeón este año.
Mi asiento no contaba con numeración pues la tribuna era General Gómez, donde se ubican la hinchada popular.
En mi costado derecho se encontraba una familia conformada por tres personas. Raúl Fernández, quien trabaja como mesero en un restaurante en Guayaquil, decidió llevar a su hijo Pedro, de 7 años, al Capwell para que se enamorara de los azules. Además de su hijo, lo acompañaba su hermano Francisco, quien se mostraba un poco más expectante por el resultado, pues le tiene un respeto enorme a su archirrival.
Este partido definía muchas cosas. En Ecuador, Barcelona es el conjunto que más Ligas tiene (15), seguido de Emelec (13). Si el Emelec consigue el pase a la final se establece muy cerca de su máximo contrincante y además se queda con un cupo directo a Copa Libertadores 2018.
“Nos representa el número tres, porque le ganamos al Barcelona de Guayaquil la última Liga en 2014 3-0. Con ese título sumamos tres campeonatos seguidos. Vaya coincidencia. Si ganamos hoy nosotros quedamos acariciando el torneo. Si ellos pierden quedan fuera. Serían dos eliminaciones consecutivas para los ‘toreros’. Hace dos semanas quedaron fuera de Libertadores. Hoy podrían quedar fuera de la Liga”, comentó Raúl Fernández, hincha de Emelec desde que tenía 10 años.
Cuando el Emelec ingresó al estadio todo el público se levantó y le dio el ánimo necesario al conjunto para sentir esa tranquilidad que transmite estar en casa. Los fuegos pirotécnicos emitidos por la barra brava crearon un ambiente sensacional que adornaron el cielo de múltiples colores.
¡El #Bombillo ya está en la cancha! VAMOS EMELEC ⚡️⚽️ #VamosEmelec pic.twitter.com/92Iqwd4CFw
— Club Sport Emelec (@CSEmelec) 16 de noviembre de 2017
El ruido de los hinchas junto con el sonido de la pólvora ocasionó nerviosismo en los ‘toreros’ que con tan solo 25 minutos de juego recibieron su primer gol, lo que ocasionó una ovación generalizada de los hinchas de Emelec a su equipo para que buscaran más tantos.
Los jugadores cumplieron el pedido de la afición y en el segundo tiempo, rondando el minuto 66, Beder Caicedo, defensor del Barcelona, anotó en propia puerta y el marcador se inclinaba cada vez más a favor de los locales.
En el último tramo del segundo tiempo, Preciado creó una jugada rápida por la banda derecha que finalizaría en el tercero de Emelec. Curioso, el equipo que usa el número tres como su referencia le marcó 3 goles a su máximo rival y quedó cerca de la final del campeonato.
Emelec venció 3-0 a Barcelona y acaricia la final del torneo. Los ‘eléctricos’ aprovecharon su buen nivel futbolístico junto con la reciente eliminación que sufrió el Barcelona de Libertadores para marcar su hegemonía en uno de los encuentros primordiales de la Serie A.
La Serie A ecuatoriana
En cuanto al orden de la Liga, funciona de forma diferente en comparación con Colombia. El sistema de juego se plantea en tres etapas, la primera y la segunda ronda se desarrollan en sistema de todos contra todos mientras que la final se juega entre los equipos que ganen la las rondas anteriores.
Durante la primera etapa de este año, el Delfín se quedó con la punta de la tabla. El conjunto de Malta espera rival y hasta el momento, gracias a la victoria del clásico, el clasificado es Emelec a falta de cinco fechas.
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