A falta de una vacuna surge la PrEP para frenar el sida | El Nuevo Siglo
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Viernes, 1 de Diciembre de 2017
Hoy se conmemora el Día Internacional en la Lucha contra el VIH, el virus que cada 17 segundos infecta a una persona en el mundo. La epidemia deja hasta ahora 35 millones de muertos. En Colombia hay 73.465 personas con esta enfermedad.
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Hoy se celebra el Día Internacional en la Lucha contra el sida, una epidemia que deja hasta ahora 35 millones de muertos. Según cifras de la Cuenta de Alto Costo, a enero 31 de 2016, en Colombia 73.465 personas fueron diagnosticadas con infección por VIH. Se estima que cerca de 24 mil mujeres en Colombia pueden tener VIH y el 76% son madres cabeza de familia que enfrentan retos para cumplir a cabalidad con sus tratamientos, trabajar formalmente y poder así cuidar a sus hijos.

Pero a la falta de encontrar una vacuna que cure la enfermedad de VIH, en el mundo ha surgido la pastilla de la PrEP para prevenir que el virus se extienda. Según un informe de la AFP "es mágico. Cada vez que me tomo una pastilla, pienso en quienes no tuvieron esa suerte", afirma François, que sigue la PrEP, un tratamiento preventivo contra el virus del sida.

"Todavía no tenemos una vacuna contra el sida, pero la PrEP es un nuevo método eficaz de prevención, que se añade al preservativo", explica el especialista francés Jean-Michel Molina.

"Además de su beneficio individual, que ya está establecido, hay que determinar si puede haber un beneficio colectivo, con una bajada del número de nuevos casos de infección", agrega.

El principio de la PrEp (Profilaxis preexposición) es simple: la persona seronegativa toma un medicamento destinado a los seropositivos, el Truvada, que combina dos antirretrovirales. 

Estados Unidos fue el primer país en autorizar este tratamiento preventivo en 2012. Le siguió Francia en 2015 -con aplicación en 2016-, y después Sudáfrica, Canadá, Kenia, Brasil, Tailandia, Australia, Bélgica y Escocia, entre otros.

La PrEP se dirige principalmente a los grupos de "riesgo" y está recomendada especialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a los hombres homosexuales y las personas prostituidas.

Cinturón y airbag

En Francia, el primer país donde la seguridad social lo reembolsa al 100%, el tratamiento concierne a entre 5.000 y 10.000 personas, según el profesor Molina.

Sus efectos sobre la epidemia todavía no se notan: en 2016, hubo 6.000 nuevas infecciones, una cifra estable desde hace una década.

"El número de personas que iniciaron una PrEP en 2006 (unas 3.000) es sin duda todavía demasiado pequeño para tener un impacto", analiza la agencia de Salud Pública de Francia.

La PrEP puede tomarse de forma continua -un comprimido al día-, o a la "demanda", antes o después de una relación sexual, siguiendo un protocolo preciso que debe ser escrupulosamente respetado para ser eficaz.

François, un homosexual parisino de 55 años, sigue la PrEP de forma continuada desde hace un año y medio: "La espada de Damocles desapareció. Si un día te olvidas el preservativo o se rompe, ya no te invade el miedo".

La PrEP está acompañada de un seguimiento riguroso. Los pacientes deben hacerse pruebas cada tres meses, para detectar igualmente posibles Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), de las que este tratamiento no protege.

El método también tiene detractores, al estimar que favorece los comportamientos de riesgo porque puede incitar a abandonar el preservativo.

"Es importante protegerse contra las otras ITS con el preservativo. Es como un auto: lo mejor es utilizar a la vez el cinturón y el airbag", subraya el profesor Molina.

François asegura que utiliza el preservativo "con desconocidos", pero que prescinde de este con sus parejas asiduas. "Quienes no lo emplean nunca son gente un poco loca, que tampoco lo utilizaban incluso antes de la PrEP", afirma.

Genéricos

Otro argumento de los anti-PrEP se basa en interpretar que de esta forma la seguridad social financia el disfrute sexual de quienes la toman.

"Un médico no debe juzgar moralmente a sus pacientes, sino preservar su salud", defiende el profesor Molina. A largo plazo, la PrEP cuesta menos a la colectividad que las infecciones, que necesitan una triterapia de por vida, insiste.

La patente europea de Truvada, del laboratorio estadounidense Gilead, expiró en julio por lo que los genéricos ya están disponibles. En Francia, esto ha permitido reducir el precio del tratamiento de casi 500 a 180 euros (600 y 214 dólares) mensuales para una toma continua.

En algunos países en los que la PrEP no es reembolsada, como en Alemania, el interesado puede obtener una receta médica y pagarla de su bolsillo. En Inglaterra, las autoridades sanitarias tienen previsto reclutar a 10.000 participantes para un estudio de tres años.

Molina recuerda empero que la lucha contra el sida necesita tres flancos: "un tratamiento rápido para las personas infectadas, una detección más frecuente de las personas de riesgo y un refuerzo de la prevención, vía la PrEP y el preservativo".

Situación en América Latina

América Latina vive un aumento en el contagio del virus causante del sida entre mujeres y homosexuales, un fenómeno causado por la violencia y la discriminación contra estos segmentos, alertó un responsable de la ONU.

"El crecimiento en el número de contagios se da en mujeres jóvenes y homosexuales hombres, que viven la misma situación de discriminación. La gente que es discriminada se esconde de la sociedad y no participa en programas de prevención", dijo a AFP el médico brasileño Luiz Loures, director adjunto de ONUsida.

En su conjunto, América Latina vive una situación de estancamiento en el número de contagios del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, un fenómeno preocupante si se compara con otras regiones, como África, donde está en declive.

Loures, también subsecretario general de la ONU, participó en San José en un foro organizado por ICW Latina, que agrupa a mujeres que viven con VIH.

En la visita destacó a la violencia como uno de los problemas que enfrentan las mujeres jóvenes en América Latina.

"Nuestras estadísticas demuestran claramente que donde hay violencia hay VIH. Chicas que sufren violencia pueden tener un riesgo de VIH de 30% a 50% mayor que las que no sufren violencia”, advirtió Loures.

"Más de 30% de las mujeres jóvenes de América Latina relatan que han sufrido violencia física o sexual, esto es muy alto, es preocupante", acotó.

 

 

Cinco cifras clave

Estas son las cinco cifras clave publicadas por Onusida con motivo del Día Internacional de Lucha contra el sida.

- 17 segundos -

En 2016 cerca de 1,8 millones de personas fueron infectadas con el virus del sida. Esta cifra representa una media de una nueva infección por VIH cada 17 segundos, es decir, casi 5.000 al día.

- 2 de cada 3 -

Entre los adultos, el ritmo de nuevas infecciones en el planeta apenas disminuyó en los últimos años y pasó de 1,9 millones en 2010 a 1,7 millones en 2016. África sigue concentrando la mayor parte de nuevos casos, dos de cada tres.

- Divididas por dos  -

En el caso de los niños, las nuevas infecciones se han dividido prácticamente por dos desde 2010, pasando de 300.000 a 160.000 en 2016.

La disminución se explica por las campañas de diagnóstico en África entre las mujeres embarazadas y gracias a los tratamientos antirretrovirales, que impiden la transmisión del VIH de las madres a sus bebés.

- 36,7 millones -

Es la cifra de personas que viven con el VIH en el mundo, según la última cifra para 2016 de Onusida, el programa de coordinación de la ONU contra el sida.

El número aumenta cada año por el ritmo elevado de nuevas transmisiones y también porque los medicamentos antirretrovirales son cada día más accesibles en los países pobres, ofreciendo más posibilidades de supervivencia.

- 20,9 millones -

Actualmente, unos 20,9 millones de personas tienen acceso a tratamientos antirretrovirales que, si se aplican de manera regular, frenan la enfermedad eficazmente y reducen el riesgo de contaminación. La cifra es casi tres veces mayor que en 2010.

La consecuencia es que las muertes relacionadas con el sida en el mundo disminuyeron cerca de un 50% desde el tope de 2005 (1,9 millones de muertos) y en 2016 se estabilizaron en un millón.