Como parte de los compromisos adquiridos el 6 de diciembre, cuando las Farc reconocieron su responsabilidad en la muerte de al menos 79 personas y las heridas a unas 100 tras un ataque el 2 de mayo de 2002 en Bojayá, Luciano Marín, alias Iván Márquez, llegó hoy a la vereda La Loma para pedirle perdón a la comunidad.

El evento se realizó en una pequeña iglesia en presencia del Comité de Derechos Humanos de Bojayá, del alto comisionado para la paz Sergio Jaramillo, de delegados de Cuba y Noruega, y de líderes comunitarios de esta región y de la comunidad de La Loma.
 
“Pedimos nos perdonen y nos den la esperanza del alivio espiritual”, les dijo Marín. “Nuevamente perdón infinitamente, Bojayá. Y que tus palabras de fe en la Colombia Nueva que debe nacer de este momento de culminación de una guerra que jamás debió ser, sanen las heridas del alma que son las más profundas”, anotó.
 
Las Farc como reparación simbólica entregaron un Cristo Negro, de 2,45 metros de altura, que fue esculpido por el maestro cubano Enrique Angulo, quien hace un mes llegó desde La Habana a La Loma para trabajar en esta obra hecha con madera del río Atrato. “Cuando ellos me transmitieron la idea me impresionó mucho esa historia. Por eso este Cristo tiene las heridas más profundas”, dijo.
 
Las 10 alabaoras de Pogue y Bojayá que estuvieron en la firma del acuerdo final, en Cartagena, cantaron en este acto y a través de sus versos dijeron que este fin de semana votarán por la paz.
 
El comisionado Jaramillo, al final, pidió un aplauso para ellas quienes con sus cantos hicieron un homenaje a las víctimas del conflicto, no sólo en La Loma, sino también en Cartagena.

La ceremonia formal de entrega se hará en los próximos meses, cuando se defina el sitio donde quedará la obra y las víctimas cómo será ese momento.   
 
Este gesto de las Farc se suma a otros como el que tuvieron en La Habana con las familias de los diputados del Valle, donde también pidieron perdón por el asesinato de once de ellos, a mediados del 2006, cuando estaban secuestrados. Y mañana viernes, en el Barrio Obrero en Apartadó, las Farc también harán un reconocimiento de responsabilidad por la masacre de La Chinita ocurrida en enero de 1994.