Por fin arrancó la coalición duquista | El Nuevo Siglo
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Sábado, 21 de Julio de 2018
Redacción Política

Tras varios días de incertidumbre, los partidos que apoyan al presidente electo Iván Duque lograron un acuerdo sobre las mesas directivas del Congreso para los próximos cuatro años.

La presidencia del Senado será ocupada en el primer año por el Centro Democrático, el segundo por el Partido Liberal, el tercero por Cambio Radical y el cuarto por el Partido Conservador.

La plenaria del Senado eligió a Ernesto Macías como presidente quien estará acompañado por Eduardo Pulgar, del Partido Social de Unidad Nacional (La U) como primer vicepresidente y por Angélica Lozano, de la Alianza Verde, como segunda vicepresidenta.

En la Secretaría General del Senado fue reelegido Gregorio Eljach y como subsecretario Saúl Cruz.

En el turno liberal el presidente del Senado sería Lidio García, en el de Cambio Radical la dignidad la asumiría Germán Varón, mientras que en el Partido Conservador los candidatos serían David Barguil y Juan Diego Gómez.

En cuanto a la Cámara, durante la primera legislatura presidirá el Partido Liberal, Cambio Radical en la segunda, el Partido Conservador en la tercera y el Centro Democrático en la cuarta.

El representante por el Norte de Santander, Alejandro Carlos Chacón, es la carta liberal para presidir la Cámara en el primer año, en tanto que el representante por Bogotá, Edward Rodríguez, cerraría el cuatrienio presidiendo la corporación a nombre del Centro Democrático.

Con Chacón estarán Atilano Giraldo, de Cambio Radical, como primer vicepresidente, e Inti Asprilla, de la Alianza Verde, como segundo vicepresidente.

También fueron reelegidos como secretario general Jorge Humberto Mantilla, como subsecretario Norbey Marulanda y como directora administrativa María Carolina Carrillo.

 

Acuerdos

Finalmente, en el Centro Democrático la senadora Paola Holguín declinó su aspiración a la presidencia del Senado, dejándole el camino libre a Macías para ser la carta uribista para lograr esa dignidad.

"Ante la imposibilidad para lograr un consenso frente a la candidatura del Centro Democrático a la presidencia al Congreso de la República, declino mi legítima aspiración", dijo la congresista.

holguin

Como ya lo había anticipado EL NUEVO SIGLO, La U se quedaría sin ocupar ninguna de las presidencias en Cámara y Senado, durante este nuevo cuatrienio.

Sobre la legislatura que termina, Macías consideró que no solo el Congreso quedó en deuda, sino "principalmente el Gobierno que no destinó recursos, que volteó a mirar hacia el otro lado todo el tiempo, que al sector agropecuario lo rechazó. Recuerde usted los paros que realizó el sector agropecuario y sin embargo el Gobierno no cumplió con los compromisos que asumió con el sector. Llegó a tener presupuesto de cinco billones para un año y con los recortes del Ministerio de Hacienda, dejaron sin recursos al sector agropecuario. De manera que la deuda grande es del Gobierno, más que del Congreso, porque es el Gobierno quien tiene la iniciativa del gasto y de inversión, de manera que allí hay una deuda grande del Gobierno con sector agropecuario".

Frente al tema del campo, Macías sostuvo que "está atravesando la peor crisis de su historia. El Gobierno miró para el otro lado todo el tiempo, de tal manera que hay una deuda enorme del Estado con el campo. De entrada el próximo gobierno debe asumir la reivindicación al sector agropecuario".

 

Reuniones por aparte

Antes de lograr los acuerdos, las bancadas de la coalición de gobierno se reunieron con los expresidentes Álvaro Uribe y César Gaviria.

Se supo que en la noche del jueves, Gaviria y Uribe conversaron por separado con unas delegación de siete congresistas de La U y siete de Cambio Radical para concretar los acercamientos que permitieron llegar a acuerdos.

Esos encuentros, sobre todo, buscaban desactivar el bloque legislativo pactado entre La U y Cambio Radical, al que también se unió Opción Ciudadana, que en medio del descontento por, según los congresistas de esas colectividades, no haber sido tratados adecuadamente en la distribución de las dignidades en las mesas directivas, amenazaron con asociarse a la oposición (Polo Democrático, Alianza Verde y Farc, así como el movimiento Colombia Humana y la coalición Lista de la Decencia) para no dejar que el Centro Democrático pudiera presidir el Senado.

En su momento, los movimientos de La U y Cambio Radical fueron interpretados como una fractura en la coalición de gobierno.

Como lo publicó oportunamente EL NUEVO SIGLO, esta opción fue muy bien recibida por la oposición. El senador Alexander López, del Polo Democrático, dijo que “vemos al Centro Democrático en un autoritarismo inaceptable, irrespetando la Constitución y las leyes, y prácticamente dejando a un lado a más de 26 senadores que nos hemos declarado en oposición y que estamos consolidados en un gran bloque para enfrentar a Iván Duque”.

López añadió que estuvieron dispuestos a aprovechar la oportunidad para que el uribismo “no tenga la presidencia en ningún año del Congreso. Esa es nuestra tarea, porque nosotros estamos en oposición a ellos y si eso significa avanzar en una coalición mayoritaria que permita derrotarlos en la plenaria del Senado, lo vamos a hacer y si lo logramos, tendrán sus garantías”.

Sin embargo, todo esto fue calificado por el senador Gómez, del Partido Conservador, como algo que “obedece a un clima pleno de negociación política” en la “que se generan tensiones para una mejor negociación; pero creemos, es el momento de enviarle al país un mensaje de unidad y de ejemplo, respaldando las reformas” que impulsará Duque.

Macías expresó que “desde el Centro Democrático avanzamos con seis partidos más en la consolidación de una coalición amplia, generosa y sin cálculos políticos, con el fin de apoyar desde el Congreso las iniciativas del nuevo Gobierno del presidente” Duque.

Sobre estas diferencias, el senador del Partido Liberal, Rodrigo Villalba, expresó que ese tipo de negociaciones antes del inicio de una legislatura eran totalmente normales, porque cada partido buscaba su representación en las dignidades del Congreso.