De los 280 nuevos congresistas posesionados este 20 de julio en, hay 59 que tienen algún tipo de “cuestionamiento”, según datos de la Fundación Paz y Reconciliación.
Los “cuestionamientos” van desde investigaciones por crímenes de lesa humanidad, corrupción electoral y administrativa, hasta representación de personas condenadas por apoyar a grupos paramilitares o por corrupción.
El listado lo encabeza el partido Cambio Radical, con 13 legisladores. En segundo y tercer lugar están el Partido de la U con 10, y el partido Farc, también con 10.
Después están el partido Conservador con nueve, el oficialista Centro Democrático con ocho, el Partido Liberal con siete, y finalmente Opción Ciudadana con dos.
“Cabe resaltar que dichos partidos, con excepción de la Farc, son quienes conforman la bancada de gobierno”, detalla la organización especializada en temas de conflicto y paz.
Sobre los congresistas con representación de condenados, Pares resalta que “aun cuando no existen delitos de sangre”, su investigación permite saber a ciencia cierta “que dichos congresistas lograron su votación a partir de maquinarias pertenecientes a políticos condenados y que, por tanto, estos últimos tienen influencia sobre el congresista electo”.
Además, en virtud de los acuerdos de paz entre el gobierno colombiano y la desmovilizada guerrilla, el partido FARC tiene derecho a diez curules en el Legislativo.
Sin embargo, hay pendientes aspectos relativos a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el sistema de justicia transicional pactado en La Habana, para dirimir lo relativo a la presencia de los exjefes guerrilleros posesionados el pasado viernes.