Después del domingo | El Nuevo Siglo
Jueves, 14 de Junio de 2018

LA próxima semana iniciará conformación del nuevo equipo de Gobierno y el empalme presidencial. El electo jefe del Estado comenzará a conocer por dentro el país que recibe.

Presidente y vicepresidenta sabrán en qué estado se encuentra la casa.

No hay mucho de donde echar mano, en gran parte, por la corrupcion que ha vivido agazapada al amparo de un Estado ineficaz.

Cuatro años parecen cortos para sincronizar motor de economía social y reparar daños causados al país.

La principal tarea que tendrá que asumir el electo Presidente será recuperar la confianza nacional. Punto de partida para reconstruir el tejido social.

A una gran reconciliación nacional deberá apostarle el nuevo Gobierno con sus electores, contradictores y quienes votaron en blanco.

El Presidente tendrá la responsabilidad de ganar crédito entre quienes votaron por su contendor porque no le creían o no los llenaba.

Un mandato por la reconstrucción nacional recomponiendo cimientos que alentaron incertidumbre y desesperanza.

Este jueves, a tres días de segunda vuelta, al país no le va bien, al Gobierno no le creen y la economía crece poco.

El presente es confuso y el futuro incierto.

Hogares ni se animan a consumir ni tienen con qué.

Trabajadores cuidan empleo como un tesoro.

Desempleados sufren un drama diario sin ingreso para poner pan en la mesa.

Jóvenes forzados a desertar de aulas de clases porque familias carecen de dinero y necesitan salir a rebuscarse.

Muchos de quienes hoy buscan empleo desisten o van a la informalidad. Por eso, crecen la violencia intrafamiliar, raponazo y delincuencia. Y se enriquece el consumo de drogas.

Como al país no le va bien, el comercio vende menos de lo proyectado y al resentirse sus finanzas, crear empleos se hace aún más difícil.

Si industria no aumenta producción, rotación y pedidos, la inversión es poco dinámica y crear empleo es más limitado.

En vista de que economía campesina anda empobrecida, agricultores endeudados, escasas cosechas y bajos ingresos, crecen la pobreza, desigualdad, desempleo e improductividad rural.

Agroindustria requiere un impulso con crédito oportuno para capital de trabajo y compra de activos fijos.

Pymes necesitan crédito barato y menos trabas al endeudamiento, o no podrán aguantar más. Responden por gran parte del empleo industrial y soportan pesada carga tributaria.

Antes de asumir nuevo Presidente el 7 de agosto, es urgente mirar cómo está la casa puertas adentro.

Pintoresca fachada del país no refleja su interior. Hay muchos horrores que espantar de casa.

Reinventar la nación para atender crecimiento económico, mayor inversión y nuevos empleos.

Repensar modelo de gobernar para una sociedad justa e incluyente: cero tolerancia a corrupcion, celeridad en la justicia, rescate a la salud, empujón a educación, ciencia, innovación y tecnología, a competitividad, a la productividad, a megaobras y destinación transparente de más recursos para regiones pobrísimas ignoradas por el Estado.

Sobre votaciones del domingo próximo reafirmo mi cábala de primera vuelta: Duque hará el empalme presidencial.

Y después del domingo que cese la discordia.