¿Cómo será la nueva coalición en el Congreso? | El Nuevo Siglo
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Sábado, 16 de Junio de 2018
Redacción Política

Ya se puede decir que si gana Iván Duque tendrá una nutrida coalición de gobierno, una verdadera ‘aplanadora’ que dejará muy poco juego a la oposición.

También se puede afirmar que si, por el contrario, gana Gustavo Petro contaría, al menos en principio, con una coalición de gobierno minoritaria y una fuerte oposición.

Dice el dicho popular que “primero es el desayuno y después el almuerzo”, pero en política los análisis suelen empezar por preguntarse desde la madrugada cómo será la cena.

Así que, reconociendo que sin conocerse los resultados que arrojen hoy las urnas solo pueden hacerse puras especulaciones, lo cierto es que las alineaciones ya están más que cantadas en casi un 80 por ciento del Congreso elegido el 11 de marzo y que se posesionará en 20 de julio.

Como se verá, el restante 20 por ciento está compuesto por congresistas que aún no han manifestado su orientación y por integrantes de partidos que no comparten plenamente el rumbo definido en segunda vuelta.

 

La coalición duquista

 

La coalición de la derecha tendría 82 curules en el Senado y 147 en la Cámara.

Las cuentas son estas en Senado: Centro Democrático, 18 escaños; Cambio Radical, 16; Partido Conservador, 14; Partido Liberal; 14, Partido Social de Unidad Nacional (La U), 14; partido MIRA (Movimiento Independiente de Renovación Absoluta), 3; y movimiento Colombia Justa Libres, 3.

En Cámara son así: Centro Democrático, 32 congresistas; Cambio Radical, 30; Partido Conservador, 21; Partido Liberal, 35; La U, 25; MIRA, 1; Colombia Justa Libres, 1 y Opción Ciudadana, 2.

 

La coalición petrista

En la izquierda estarían 25 senadores y 21 representantes.

La composición sería así en Senado: Alianza Verde, 9 legisladores; Polo Democrático, 5; Lista de la Decencia, 4; partido Farc (Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común), 5; Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS) 1; y movimiento de Autoridades Indígenas de Colombia (AICO), 1.

Esta coalición en la Cámara estaría integrada por la Alianza Verde, con 9 representantes; Polo Democrático, 2; Lista de los Decentes, 2; Farc, 5; Coalición Alternativa Santandereana (CAS), 1; MAIS, 2.

 

Pendientes

Queda pendiente por saberse la orientación de los congresistas elegidos por la circunscripción especial afrodescendiente. Son dos, uno avalado por el Consejo Comunitario Ancestral de Comunidades Negras Playa Renaciente (territorio ocupado desde 1800, cuando se denominó Puerto España, pero que ya se encuentra anexado a Cali, más exactamente a la vereda Cauquita-La Playa, del corregimiento Navarro, margen izquierda del río Cauca) y otro por el Consejo Comunitario la Mamuncia, de López de Micay, en el Pacífico caucano.

Otro pendiente es el que resulte de la elección de hoy, pues la fórmula derrotada llegará al Senado (candidato presidencial) y a la Cámara (aspirante vicepresidencial).

Como ya se ha dicho en EL NUEVO SIGLO, las 16 curules de las víctimas están bastante embolatadas, pero aun si se fueran a ocupar, no es posible marcarlas a priori como de izquierda o de derecha.

 

Matices


Aparte de estos pendientes, que en todo caso podrían optar por mantenerse ajenos a la polarización, es menester aclarar que en uno y otro bando hay bancadas que no son uniformes.

Los partidos Liberal y La U están ubicados a la derecha, con Duque, porque el primero ya hizo oficial su apoyo a esa opción, mientras el segundo tiene el uribismo en su ADN, aunque haya pasado ocho años manifestándose santista, lo que en todo caso no es más que un matiz, así los militantes del Centro Democrático no lo quieran reconocer.

Sin embargo, es conocido que esas bancadas no son uniformes. En el primer caso, aunque hayan apoyado a Duque abiertamente en la segunda vuelta (soterradamente desde la primera), los liberales tendrán una difícil afiliación al uribismo, particularmente entre los congresistas que sobrevivieron a los ocho años del mandato de Álvaro Uribe.

En La U, por otra parte, aunque a sus legisladores, como ya se dijo, les queda más fácil volver al uribismo, requerirán un mínimo de coherencia frente a temas como la corrección de los acuerdos de paz planteada por Duque.

Además, el presidente Juan Manuel Santos ha asegurado que no interferirá en la gestión de su sucesor. ¿Cumplirá? Y, si quisiera no hacerlo, ¿estaría en capacidad de liderar su partido y oponerse al próximo mandatario?

Pero si en la coalición duquista pueden encontrarse curules que oscilen entre la ‘ortodoxia’ uribista y posiciones más de centro que los lleven a confluir con la izquierda, en la petrista también se presentan matices que es difícil prever con exactitud.

Para empezar, lo que aquí se denomina coalición petrista funcionaría con un exalcalde de Bogotá triunfador, con lo que además podría atraer algunos de los sectores que no se sienten tan cómodos en el ‘uribismo ampliado’ y tener una bancada de gobierno más grande que las cuentas aquí asentadas.

Si Petro pierde hoy, permanecerán las relativas afinidades que existen entre las bancadas que aquí se han marcado como posibles integrantes de esa coalición, pero se moverán de manera diferente.

Por ejemplo, un senador polista como Jorge Enrique Robledo no tendrá ningún problema en enfilar baterías de oposición a Duque, pero sería mucho menos entusiasta de acompañar a sus copartidarios en la defensa del eventual gobierno de Petro.

Al contrario, un congresista verde como Antanas Mockus honrará su palabra de apoyar el gobierno de Petro, pero conociendo su talante (compartido por buena parte de su bancada) no será un eufórico opositor a Duque.

 

Estatuto de oposición

 

Pero falta por considerar un elemento nuevo dentro de la relación del Gobierno con el Congreso: a partir del 20 de julio se estrenará el Estatuto de Oposición, materializado a la luz de los acuerdos de La Habana.

Así, las bancadas podrán declararse independientes, en oposición o como agrupación de Gobierno.

En el primer caso, los partidos contarán con derecho al acceso a medios de comunicación y a seleccionar candidatos para la comisión asesora de relaciones exteriores. No podrán ser designados en altos cargos del Gobierno.

Las colectividades que se declaren en oposición recibirán una partida adicional al Fondo Nacional de Financiación Política, equivalente al 5 por ciento del monto del financiamiento permanente de los movimientos políticos y se repartirán en partes iguales entre todas las agrupaciones políticas que se declaren en igual posición. Se les deberá asignar espacios en medios de comunicación del Estado.

Los opositores, tras cada alocución presidencial, contarán con 20 minutos de trasmisión y tendrán 48 horas posteriores para controvertir la posición del Gobierno. Tendrán derecho a la réplica y la garantía de su difusión.

Las agrupaciones políticas que inscribieron al candidato electo como presidente de la República se clasificarán como de Gobierno o en coalición de Gobierno.