Venezuela: ¿qué deciden cancilleres en OEA? | El Nuevo Siglo
Foto archivo Agence France Press
Miércoles, 31 de Mayo de 2017
Pablo Uribe Ruan @UribeRuan
Más 30 cancilleres se reunirán en Washington para discutir y aprobar una resolución que alivie la crisis del país. Perú encabeza una de las iniciativas; Antigua y barbuda la otra. Si dos tercios de los presentes no aceptan algunos de los dos textos, no se tomarán medidas, como la apertura de un canal humanitario

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LA OEA, criticada por unos, apoyada por otros –la mayoría-, hoy reúne a los cancilleres de los países miembros para tomar una decisión sobre la crisis política y humanitaria en Venezuela. Se espera, al término de la reunión, que sea oficializada una resolución que exija una intervención humanitaria y exhorte al gobierno de Nicolás Maduro a tomar medidas para morigerar la creciente polarización. Algunas naciones dicen que apoyarán lo que se decida en el pleno, sea lo que sea; otros que lo harán siempre y cuando se cumpla con unos mínimos.

Por pedido de varios países, la OEA convocó a esta reunión extraordinaria de Ministros de Relaciones Exteriores para aprobar una resolución conjunta que permita enfrentar la crisis y presionar al chavismo, para que abra espacios de diálogo reales con la oposición, y viceversa.

Sí a la resolución

La reunión es excepcional, así dan cuenta los antecedentes. En 117 años esta es la 29va vez que se reúnen los cancilleres en la OEA, desde que en 1910 se fundara la Unión Panamericana, predecesora de la organización. Por esa excepcionalidad, es muy probable que al final de la tarde se tome una decisión, sin desconocer que Caracas tiene varios aliados que pueden bloquear cualquier iniciativa de la organización.

No es un secreto que Bolivia, Ecuador, Nicaragua y varios países del Caribe son cercanos a Maduro, sea por coincidencias ideológicas o intereses económicos, o las dos. Al momento de la decisión puede ser determinante que un bloque de estos países impida que se cumpla con el requisito de dos tercios que apoyan la resolución, llevando consigo a un escenario de parálisis.

"Para que una resolución sea adoptada,  22 de ellos deben aprobarla en su totalidad, sin condiciones (esta cifra varía dependiendo del número de asistentes)."

EL NUEVO SIGLO conoció que los embajadores permanentes ante la OEA estuvieron reunidos las últimas dos semanas para definir cómo se desarrollará la reunión de hoy. Después de largas horas de debate, quedó claro que existen dos tendencias claramente definidas al interior de la organización sobre Venezuela.  

Una es liderada por Perú y México, principalmente, que piden una intervención humanitaria inmediata y el cese del proceso de salida de Caracas de la organización. La otra es más cercana a Maduro, la lidera la isla de Antigua y Barbuda, y busca reconocer la crisis política, pero dejar claro que la reunión para la que fueron citados los cancilleres no cumplió con los conductos estipulados: ser aprobada en la Asamblea Permanente. ¿Eso qué quiere decir? Por el momento nada, sin embargo, al final de la tarde puede terminar significando algo.

A la reunión de hoy se espera 14 cancilleres que confirmaron su presencia al igual que funcionarios de segundo nivel. Por su cercanía con el chavismo, ese es el caso de varios países del Caribe, críticos de la convocatoria extraordinaria. Colombia será parte del encuentro con la canciller María Ángela Holguín, a diferencia de Chile, Uruguay y Estados Unidos que no han confirmado el viaje de sus ministros de exteriores.

La presencia de Rex Tillerson, secretario de Estado norteamericano, puede ser determinante para el desarrollo de la reunión. De acuerdo a la línea discursiva de Trump, el delegado de Estados Unidos tendría una posición abiertamente clara para presionar la salida de Maduro y convocar a un diálogo entre oposición y chavismo.

Esto, sin embargo, ha quedado en entredicho. El periódico The Wall Street Journal reveló que Washington sigue siendo el principal comprador del petróleo venezolano. Además, dijo que Goldman Sachs, una de las mayores bancas de inversión, compró bonos de deuda pública, refinanciando las arcas del Gobierno, según la oposición. No quiere decir que por esto Estados Unidos no mantenga su posición frente  a Caracas, pero si ha generado serias dudas  sobre su verdadera voluntad contra Maduro y su régimen.

Aparte de estos detalles, se rumora que hoy es muy probable que haya una resolución. Según Prodavinci, un portal de análisis en Venezuela, es claro que las iniciativas de Perú y Antigua y Barbuda coinciden en hacer un llamado para que cese la violencia y se facilite un canal humanitario coordinado por organismos internacionales, una de las cuatro peticiones de la oposición. Igualmente, exigen elecciones generales y la liberación de presos políticos, otras de esas solicitudes.

El tono de la resolución de Perú y México es más frontal. Amplio por el número de peticiones, pide, aparte de lo anterior, que se cumplan los acuerdos del fracasado diálogo entre oposición y chavismo en 2016 y describe que en Venezuela ha habido “una ruptura  del orden democrático”, despertando la molestia del chavismo y sus aliados.

Votos, vetos

Existen, como en todo organismo multilateral, una serie de requisitos que hay que cumplir a la hora de aprobar una resolución. En el caso de la OEA es necesario que dos tercios de los países presentes voten a favor de la iniciativa, en este caso las de Perú y Antigua y Barbuda.

Exceptuando Venezuela, se espera que hoy 33 estén presentes en Washington para discutir y tomar medidas sobre la crisis del país. Para que una resolución sea adoptada,  22 de ellos deben aprobarla en su totalidad, sin condiciones (esta cifra varía dependiendo del número de asistentes).

De acuerdo a información de Prodavinci, la resolución de Perú cuenta con el apoyo de 21 países, entre ellos Colombia, Argentina, Canadá y Estados Unidos, pero le falta uno para cumplir con el requisito de dos tercios exigido por los estatutos. Ese faltante voto podría estar entre Jamaica, Santa Lucía y Trinidad y Tobago.

Un escenario de este tipo puede llevar a que el documento presentado por Lima sufra modificaciones de fondo, para tener le aprobación de países neutros frente al conflicto como algunas islas del Caribe y países centroamericanos.

Cosa distinta es que no se logra un consenso entre los cancilleres, llevando a que ninguna de las dos resoluciones sea aprobada. La tendencia mayoritaria, la de Perú, tendría que firmar un documento paralelo que no contaría con la misma fuerza que una resolución de la OEA. Esta posibilidad no debe ser descartada.

 

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