Fortalezca desarrollo de los niños con empaques reciclables | El Nuevo Siglo
Foto cortesía
Lunes, 19 de Febrero de 2018

Inspirado en el modelo educativo de aeioTU, en casa se pueden hacer muchos juegos utilizando botellas o envases. Una exitosa idea de Fundación Carulla y Alpina

HERRAMIENTAS  pedagógicas para fortalecer el desarrollo cognitivo de los niños se pueden hacer ahora en la casa y reciclando empaques de productos de Alpina. Este es el programa “Reutilizando aprendo”, que nació de la alianza entre aeioTU, Fundación Carulla y Alpina en pro del desarrollo de la primera infancia y que a la fecha ha beneficiado a 14.000 niños.

Estos instrumentos pedagógicos hacen parte del modelo educativo de aeioTU inspirado en la filosofía Reggio Emilia, la mejor pedagogía infantil en el mundo. Con ellos se pueden potencializar las diversas dimensiones, cognitivas, motrices, comunicativas, socio afectivas y creativas de los niños, convirtiéndose en un apoyo para sus procesos de exploración, juego y aprendizaje, a través de las cuales encuentran desafíos, retos, invitaciones y provocaciones que les generan preguntas, ideas e hipótesis a investigar y profundizar.

Estas son algunas de esas ideas para potenciar el progreso de los hijos disfrutando de un agradable momento de juego y exploración.

Niños de 0 – 3 meses: Si quiere jugar y a su vez fortalecer el desarrollo corporal y sensorial de su bebé, cree sonajeros con empaques como: botellas de Soka, empaques de Alpinito, envases de arequipe, entre otros.   Acuesta al bebé boca arriba e invítalo a percibir el sonido para lograr que lo siga con sus ojos y cabeza moviendo el sonajero de izquierda a derecha. También puedes dejar que lo agarre en sus manos para que logre descubrir cómo al agitarlo  produce sonidos.

Estas son las primeras relaciones de causa - efecto que va dando conciencia al niño de que sus acciones tienen consecuencias en el medio que lo rodea.

Niños de 4-6 meses: Al explorar el niño potencia sus sentidos del oído y la vista, así como el agarre y la coordinación ojo-mano.  Puede crear botellas sensoriales usando diferentes envases de jugo Soka. Para ello, primero debe lavarlas bien y retirarles las etiquetas. Luego llenarlas casi en su totalidad con mezclas de agua, glicerina, anilinas, bolas de colores, papel celofán, semillas o cualquier otro material que pueda producir sonidos.

De 1-2 años: En esta edad  el niño reconoce las características de los objetos: forma, tamaño, función, textura, etc. Por esto es importante poner a su disposición una amplia variedad de materiales que le permitan hacer comparaciones, encontrar diferencias, similitudes, organizar y crear.

Para desarrollar la motricidad fina, el desarrollo cognitivo y la creatividad de su hijo, puedes crear un espacio donde pueda construir torres y estructuras de diferentes materiales. Se recomienda escoger diferentes empaques que se diferencien por su tamaño y forma. Lávelos bien,  retire las etiquetas y ubíquelos en un espacio plano en el cual el niño pueda explorarlos libremente (como la cama o un tapete sobre el piso).

De 2 a 3 años: En esta edad es importante realizar juegos que permitan al niño potenciar habilidades de coordinación motora. Para promover la coordinación ojo–mano, la precisión y la fuerza en el lanzamiento, puedes invitarlo a jugar con bolos hechos en casa usando botellas vacías de agua.

Tras lavarlas bien y quitarles las etiquetas, puede decorarlas junto con su hijo y después ubicarlas en un amplio espacio dando forma piramidal. Con una pelota enséñele a derrumbar las botellas.  Él aprenderá a ser cada vez más preciso.

De 3-4 años: Para que su hijo empiece a acercarse a las nociones de peso, volumen y cantidad; e invitarlo a realizar procesos de medida, tan importantes en esta etapa para su desarrollo cognitivo, puedes usar envases plásticos para crear botellas de peso.

Se pueden usar envases de juego Soka del mismo tamaño. Se llena uno totalmente, otro a medio llenar y el tercero con poca agua. Invite al niño a levantarlas y pregúntele  ¿dónde hay más cantidad?, ¿cuál es más pesada?, ¿cuál es más fácil de levantar? De esta manera potenciará su desarrollo permitiéndole sentir las diferencias entre cada botella.

De  4-5 años: El niño empieza a construir en tercera dimensión, siendo capaz de llevar sus dibujos de lo plano a una construcción con volumen. Para fortalecer su razonamiento espacial y su desarrollo cognitivo, puede invitarlo a jugar con un tetris elaborado con Alpinitos. Este le ayudará a fortalecer los procesos de construcción lógico matemática, permitiéndole encajar en distintas direcciones y asociar por colores. Acompañe el juego del niño con preguntas como: ¿qué figuras puedes crear?, ¿cómo las puedes hacer?, ¿qué color de ficha necesitarías?

De 5-6 años: Para el acercamiento y reconocimiento de los números, los niños necesitan relacionarlos con materiales concretos.  El ábaco es una herramienta que se puede hacer en casa con empaques reciclados.

Para elaborarlo utilice 30 empaques de Alpinito  o tapas de Soka (se sugiere hacer tres grupos de 10 con el mismo color); haga un orificio en el centro de cada tapa o envase de Alpinito. Luego pase 10 empaques o tapas a través de un alambre, también puede utilizar cordón cáñamo. Repita el anterior paso con los otros dos grupos de 10 tapas. Finalmente asegure cada extremo del alambre a un listón de madera o palo de balso. Juegue a realizar procesos de conteo y sumatorias con cada grupo.