Bogotá al garete | El Nuevo Siglo
Viernes, 19 de Enero de 2018

 “Creemos que la innovación requerida para crear el futuro no vendrá de una sola fuente. No de la ciencia, no de la tecnología, no de los gobiernos, no de los negocios, sino de todos nosotros. Debemos sacar provecho del poder colectivo de las alianzas poco convencionales, para redefinir la forma en la que prosperaremos en el futuro”

 Hannah Jones

“Peñalosa no le está cumpliendo a los bogotanos”

Por Lorena Rubiano Fajardo

Regresando de mi querida y hermosa  tierra, pensaba y recordaba a mis antepasados, quienes lucharon y entregaron sus vidas por nuestra independencia. Mi corazón quedó en mi Togüí del alma.

Y ya entrando a la capital, en donde residen por lo menos tres millones de coterráneos que se vinieron a buscar mejores horizontes y oportunidades, dejando atrás una agricultura que fracasada nos ha llevado a la ruina, me doy cuenta del atraso y desastre en la que en otros tiempos se pensaba iba a ser la Atenas suramericana.

La incapacidad de la actual administración, que solo piensa en buses, son absolutamente insensibles ante unos seres humanos que noche a noche deambulan por todas las calles, sin donde poder asearse y dormir un poco, con  un transporte público que es un negociado de particulares, inviable y que está convertido en un atentado para los usuarios.

Funcionando a medias con buses obsoletos que se desarman en las calles, unas vías intransitables no con huecos sino con cráteres, como si hubiese habido una guerra, con un servicio de salud inoperante, y con una ciudad en manos del hampa.

De ese dantesco  panorama de la ciudad se salva la educación, porque cuenta con  la capacidad de ofrecer tantos cupos escolares como sean necesarios, para que ningún niño se quede sin estudio.

Que nostalgia pensar que quienes pensaron en grande, los alcaldes Mazuera Villegas con sus grandes avenidas,  Carlos Albán Holguín con la avenida de los cerros y el General Rojas Pinilla con sus grandes obras, fueron atacados en su momento para no permitirles hacer esas obras que  hubiesen salvado a la capital del caos de movilidad.

El actual alcalde Enrique Peñalosa, que sus electores consideramos la esperanza para la capital, es más lento que un aljibe para ejecutar, con un gabinete y un concejo opaco y pocas ejecutorias y obras para  mostrar.

Aunque la crisis no se le puede achacar solo a la actual administración, porque el problema es más que endémico. La salud ha sido la cenicienta en todas las alcaldías por falta de infraestructura, lo que con lleva hacinamiento, falta de medicamentos, y lo peor no han podido organizar y menos regularizar el servicio de ambulancia que aún demoran más de una hora en llegar donde el herido y luego lo llevan desde el norte hasta el sur para que conozca los huecos de la ciudad.

Finalmente no nos dejemos engañar de los ávidos y sedientos empresarios de la construcción que quieren, con engaños, acabar con la reserva Van der Hammen. Peñalosa no está cumpliendo a los bogotanos. En su gobierno los intereses personales están sobre los de la ciudadanía.

lorenarubianof@gmail.com