ONU: sigue violencia en Colombia a pesar del acuerdo de paz | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Miércoles, 11 de Enero de 2017
Redacción Nacional

Su preocupación manifestó el nuevo secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, porque persiste la violencia en Colombia a pesar del acuerdo de paz que firmó el Gobierno con las Farc. Así lo señaló en el primer informe que entregó al Consejo de Seguridad del organismo sobre la misión que desplegó en nuestro país para el monitoreo del cese el fuego bilateral y la dejación de armas por parte de esta guerrilla.

El Secretario General de Naciones Unidas debe entregar un informe sobre la misión en Colombia cada 90 días al Consejo de Seguridad, instancia que el año pasado atendió la solicitud que le hizo el Gobierno colombiano para que hiciera parte de un mecanismo tripartito que vigilara el cese el fuego bilateral, así como que efectivamente se cumpla la presencia de las Farc en las 19 zonas veredales y los 7 puntos transitorios durante 180 días.

El Secretario General de ONU indica en dicho informe que la misión comenzó sus actividades de vigilancia y verificación del cese del fuego tras la firma en Cartagena, el 26 de septiembre de 2016, del acuerdo final  para la terminación del conflicto.

De igual forma hace un recuento de lo que vino a continuación con la victoria del No en el plebiscito por la paz y que, como consecuencia, el Gobierno y las Farc tuvieran que firmar un nuevo acuerdo en el cual se recogen varias modificaciones.

Añade el informe que antes que se firmara el nuevo acuerdo la fragilidad del cese al fuego “quedó claramente demostrada el 13 de noviembre, cuando en el departamento de Bolívar se dio muerte a dos miembros de las Farc”.

Agregó “que los homicidios y las amenazas que se produjeron en noviembre y principios de diciembre contra líderes comunitarios en zonas rurales afectadas desde hace mucho tiempo por el conflicto generaron una preocupación generalizada. Al parecer, muchas de las víctimas eran también miembros del movimiento de izquierda Marcha Patriótica, lo cual plantea interrogantes sobre las posibles motivaciones  políticas y el grado de coordinación tras los incidentes”.

En este sentido el Secretario General de Naciones Unidas indica en el informe que “no hay consenso sobre los diversos factores, a saber, penales, económicos y políticos, que pudieron haber contribuido a la violencia. No obstante, esos incidentes demostraron la pertinencia y diligencia del establecimiento de una comisión nacional de garantías de seguridad y la importancia del funcionamiento eficaz de la Unidad Especial de Investigación de la Fiscalía General, entre otras disposiciones del acuerdo de paz”.

Observaciones

En el período sobre el que se informa han ocurrido muchas cosas que “ponen a  prueba y, en última instancia, reafirman el proceso de paz en Colombia. Ha sido un  período de prolongada incertidumbre política, agravada al menos por dos  problemas: la persistente violencia en las zonas de conflicto y la creciente agonía en la aplicación y vigilancia del protocolo de cese al fuego. No obstante, la capacidad de las partes para mantener el cese al fuego confirma su determinación de llevar a cabo la transición de la guerra a la paz”, explica en el informe  el Secretario General de Naciones Unidas.

De igual forma dice que “he tomado nota del hecho, anunciado recientemente por la dirección de las Farc, de que varios comandantes de operaciones se negaron a aceptar el  proceso de paz, pero que ello no refleja la posición del conjunto de los miembros de las Farc”.

Ante ello, António Guterres dijo que “eso nos recuerda que la transición del conflicto a la paz en Colombia se enfrenta a dificultades singulares, entre ellas una situación constante de inseguridad en las zonas rurales desatendidas por las instituciones del Estado, una economía ilícita en pleno auge y unas profundas fracturas sociales, económicas y políticas heredadas de una larga historia de conflicto. Un ejemplo concreto de los problemas a los que se enfrenta el país en su transición hacia la paz es que algunos grupos armados, paramilitares o de otro tipo se mueven hacia zonas abandonadas por las Farc”.

Otra de las observaciones que Guterres hace en el informe dirigido al Consejo de Seguridad es que “aunque sigo confiando en el total compromiso de las partes por alcanzar la  paz, he observado algunas dificultades iniciales en la aplicación del protocolo de cese al fuego, entre ellas plazos incumplidos, fallas logísticas y grados insuficientes de cumplimiento. Dado que el proceso de aplicación empieza en serio, es fundamental que estos problemas se resuelvan y que el proceso de aplicación se impregne de un espíritu de cumplimiento detallado e inflexible de las obligaciones contraídas en La Habana, lo que también es importante para la credibilidad y el apoyo del proceso de paz a nivel nacional e internacional”.