Muy grave para Medellín y el turismo colombiano en general que continúen presentándose muertes de extranjeros en la capital antioqueña, al parecer blanco de una red criminal que utiliza aplicaciones y redes sociales para contactar a sus víctimas ofreciéndoles conocer mujeres en esa ciudad ya sea para entablar amistad o encuentros sexuales.

Ya a finales del año pasado se había lanzado una alerta al respecto, sobre todo por la muerte de siete extranjeros, tres de ellos estadounidenses, en extrañas circunstancias. Algunas de las víctimas fueron encontradas en habitaciones de hotel y, al parecer, habrían sido drogadas y sus pertenencias y cuentas bancarias hurtadas.

En lo que va de este año, también se han presentado varias muertes de extranjeros en hoteles e incluso casos de presunto suicidio de las víctimas en hoteles y edificios lujosos. Las investigaciones sugieren que es un modus operandi similar al de meses atrás: los criminales suministran a sus víctimas escopolamina u otras sustancias que tienen graves efectos y llegan a producir la muerte.

La situación llegó a tal grado de preocupación que, incluso, las autoridades norteamericanas emitieron meses atrás una alerta advirtiendo a sus ciudadanos sobre visitar Medellín y menos si lo hacían para cumplir compromisos adquiridos mediante aplicaciones de citas.

Por otra parte, las autoridades antioqueñas también han prevenido a los visitantes que, en primer lugar, el llamado ‘turismo sexual’ es un delito y, en segundo, que no incurran en situaciones de riesgo como los contactos con desconocidos por redes sociales o con mujeres que los abordan en sitios de rumba y entretenimiento.

Es imperativo que la Fiscalía, Policía y demás autoridades civiles establezcan una estrategia eficaz para identificar y desmantelar estas redes criminales, no solo por el creciente número de muertes y robos que están produciendo, sino porque la situación ya está empezando a afectar el flujo de turistas hacia Medellín y Antioquia. Este no es un tema menor, debido a que solo el año pasado arribaron a la capital 1,5 millones de visitantes extranjeros.

En otras ciudades también se han registrado este tipo de delitos, en la mayoría de los casos se utilizan a mujeres voluptuosas que ‘enganchan’ a hombres en discotecas, bares, restaurantes y otros sitios de entretenimiento. Los drogan en esos lugares o los convencen de ir a otros sitios o a las propias residencias de las víctimas, en donde los roban e incluso los someten al llamado ‘paseo millonario’, desocupando cuentas bancarias o haciendo compras o avances con las tarjetas de crédito.