¡Licitación para Metro de Bogotá! | El Nuevo Siglo
Lunes, 30 de Julio de 2018
  • Cinco décadas de frustraciones y promesas fallidas
  • Ahora sí el proyecto va seguro y no tiene reversa

La construcción del Metro de Bogotá es, sin duda, una de las promesas más incumplidas por los gobiernos nacionales y de la capital del país en las últimas cinco décadas. No es exagerado decir que prácticamente todo Presidente de la República y Alcalde posesionado en el último medio siglo se comprometió a dejar avanzado el proceso para que la ciudad contara con este sistema de transporte masivo e incluso indicaron que serían ellos quienes pusieran la “primera piedra” del proyecto. Sin embargo, por muchas razones de carácter fiscal, contradicción entre los estudios de costos, ingeniería y diseño, e incluso pulsos políticos entre la Casa de Nariño y el Palacio Liévano, la posibilidad de que la capital tuviera su primera línea de Metro nunca se concretó, pese a que muchas urbes en el mundo de similar tamaño e importancia tienen este servicio desde hace muchas décadas.

Es más, han sido tantas las frustraciones y fallidas planificaciones que, incluso, no pocos expertos en urbanismo y transporte público masivo han considerado que la complejidad del Distrito Capital en materia de crecimiento, malla vial, oferta de pasajeros y nuevos sistemas de movilidad (como los modelos de buses articulados y grandes troncales) podría hacer inviable apostar por un Metro ahora. Sin embargo, contra esos argumentos hay otros tantos que sostienen lo contrario, en cuanto a que por costos, velocidad promedio, cobertura zonal, cantidad de personas a transportar y desarrollo urbano este sistema es una pieza vital dentro del modelo multimodal integrado que viene implementándose en la urbe en recientes décadas. En otras palabras, que el Metro se puede complementar con el Transmilenio, el SITP, colectivos, taxis, bicitaxismo, ciclorutas, Tren de Cercanías, plataformas tecnológicas que conectan la oferta y la demanda así como con los corredores viales periféricos, el desincentivo al uso del carro particular y un ordenamiento más proactivo del tráfico de los vehículos de carga…

Afortunadamente ese debate sobre la necesidad del Metro pudo superarse en la capital del país y la única controversia en los dos últimos gobiernos distritales giró en torno a si se requería uno subterráneo o elevado. Esa polémica, que impactó las últimas elecciones en la ciudad e incluso se puso sobre la mesa en la reciente contienda presidencial, ya se zanjó también a favor de un modelo sobre la superficie que en su primera fase tendrá 24 kilómetros, capacidad para trasladar 72 mil pasajeros por hora e irá desde Bosa hasta la calle 72, con un costo cercano a los 13 billones de pesos. Paralelo a ello en los últimos diecinueve meses se ha avanzado como nunca antes, a tal punto que los diseños generales ya fueron aprobados, se constituyó la Empresa Metro, está en marcha la ingeniería de detalle y tanto el Gobierno nacional como el Distrital (incluyendo sendos avales del Conpes, el Confis y el Concejo) ya dieron vía libre a la financiación, vigencias futuras presupuestales y los respectivos cupos de endeudamiento. A ello hay que sumar que inició también el proceso para la compra de más de 1.200 predios e igual avanza lo relativo a la adecuación de redes de servicios públicos. No menos clave es que la banca multilateral internacional, con el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento a la cabeza, está dando todos los avales al proceso… Incluso, semanas atrás se hizo una presentación formal del proyecto en Londres ante los consorcios más importantes del mundo interesados en participar. Es más, hace pocos días un fallo judicial dejó sin piso la intención de algunos sectores de izquierda de reversar el diseño de un Metro elevado y volver a la idea ya descartada del subterráneo.

De allí que lo que pasará el próximo 6 de agosto, en el cumpleaños número 480 de la ciudad, será un hito histórico. Ese día el alcalde Enrique Peñalosa y el presidente Juan Manuel Santos darán inicio a la licitación para la primera línea del Metro de Bogotá. Está decidido ya que será una licitación única e integral que incluirá la construcción de la obra civil, la incorporación del material rodante y los sistemas ferroviarios, así como su financiación parcial, operación y mantenimiento a largo plazo.

Como se ve, el próximo lunes los casi ocho millones de bogotanos, y el país en general, recibirán una muy buena noticia. Tras más de cinco décadas de frustraciones y promesas incumplidas, la licitación para iniciar la construcción del Metro por fin se abrirá. Es un paso determinante e irreversible para concretar ese viejo anhelo. Si todo sale como se tiene programado, en cuatro años empezaría a funcionar. Ya no hay marcha atrás y eso hay que celebrarlo.