El foco en la educación | El Nuevo Siglo
Viernes, 26 de Octubre de 2018
  • Tema central en arranque gubernamental
  • Entre ejes de presión y reformas de fondo

 

Sin haber cumplido tres meses en el poder, es claro que la educación se ha convertido en uno temas centrales en el arranque del gobierno Duque. Incluso para algunos observadores, contrario a lo que se esperaba, los ajustes a la política sectorial así como las estrategias para superar las crisis estructurales y coyunturales en este campo han demandado más acciones del Ejecutivo que la propia estrategia de paz, que se pensaba focalizaría buena parte de esta primera etapa de la administración por los ajustes anunciados.

¿Por qué la educación? Por tres razones muy puntuales. La primera, el sindicato de los profesores viene desde hace rato realizando marchas, paros y protestas casi trimestralmente, exigiendo el cumplimiento de los acuerdos suscritos en 2017 por el entonces gobierno Santos. En segundo término, la decisión del nuevo Ejecutivo de marchitar uno de los programas bandera de su antecesor, el “Ser Pilo Paga”, generó una honda controversia entre defensores y críticos del mismo, al tiempo que notificó a la opinión pública que los cambios de alto calado arrancaron en forma. Y, tercero, esa eliminación en momentos en que en el Congreso se discutía el Presupuesto General de la Nación para 2019 fue la combinación perfecta para que las instituciones públicas de educación superior lanzaran su alerta en torno a la gravedad de la crisis presupuestal que afrontan y exigir del entrante gobierno la adopción de medidas de fondo para empezar a superar esta complicada situación. Dado que se trata de un tema de alto impacto público que, además, logró mayor resonancia nacional y política por cuenta de los paros, movilizaciones masivas de estudiantes y profesores en todo el país, así como por las decisiones de la Casa de Nariño y el Congreso para tratar de desactivar esta bomba de tiempo en sus distintos flancos, se entiende porqué se afirma que la educación ha sido uno de los asuntos centrales del arranque de la gestión de Duque.

Sin tener 90 días de ejercicio, el Ejecutivo ya determinó que el “Ser Pilo Paga”, que en sus tres oleadas benefició a más de 40 mil estudiantes de alto rendimiento, desaparecerá para dar paso a “Generación E”, el nuevo plan de acceso a la educación superior que cobijará a más de 336 mil alumnos de todas las regiones en el cuatrienio. De igual manera, en el Presupuesto General para el próximo año, aprobado ya en el Parlamento, el rubro de educación no sólo es el más alto en asignación de recursos (41,4 billones de pesos), sino que se logró adicionarle 2,5 billones inicialmente no previstos. Asimismo, con el fin de mejorar la educación superior pública no sólo se redirigieron a la misma 500 mil millones sino que, además, hay orden presidencial de buscar 1 billón más del presupuesto de regalías. También hizo el Ministerio del ramo un corte de cuentas sobre el acuerdo firmado con los docentes públicos y concluyó que gran parte del mismo se cumplió o está en proceso. Y, por último, en el Plan Nacional de Desarrollo se está delineando una política sectorial ambiciosa que no sólo aumente la cobertura sino la calidad educativa en todos los niveles, con un enfoque moderno y multidisciplinario.

Como es normal, pese al esfuerzo gubernamental en la otra orilla persisten las críticas. Los rectores de las universidades públicas hacen reparos al plan “Generación E” y consideran que si bien hay un aumento presupuestal para estos planteles, la asignación a rubros como mejora de infraestructura, indicadores de calidad, capacitación de recurso docente e investigación es muy baja. Incluso recuerdan que de los más de 5 billones de pesos que requieren para superar el déficit, solo una parte podrá ser cubierta con los recursos adicionales aprobados por Gobierno y Congreso. A su turno, los estudiantes universitarios, tanto de instituciones oficiales como privadas, se mantienen en asambleas permanentes y exigen del Ejecutivo una negociación amplia con miras a una reforma integral a la educación superior. Por su parte, Fecode insiste en que continúa sin cumplirse buena parte de los acuerdos firmados con Santos y que seguirán movilizándose hasta obtener la respectiva satisfacción…

Todo ello, como se dijo, ha ocurrido en menos de tres meses y ratifica que la educación se tomó el escenario en las primeras de cambio del gobierno Duque. Si bien lo que en una orilla se considera positivo y un avance sustancial, en la otra se tacha de insuficiente para superar la crisis sectorial, resulta sin embargo muy alentador que el país esté dando esta clase de debates, ya que evidencia una nación que piensa en su futuro y sabe que este no será halagüeño sin una cualificación de su instrucción académica a todos los niveles.