Sin olvido | El Nuevo Siglo
Martes, 6 de Noviembre de 2018

La explosión de las redes sociales ha sido acusada de toda clase de tragedias políticas y de elecciones supuestamente erróneas a lo largo y ancho del planeta. Trump, Bolsonaro, el Brexit y hasta el No en Colombia son resultados políticos que le atribuyen a la manipulación de los electores mediante WhatsApp, Twitter, Instagram y demás medios digitales.  Las redes también han servido para acelerar procesos políticos que han tenido la intención de mejorar las democracias, como la primavera árabe.

Cada uno tiene su propia opinión del valor de las redes. Hay de todo. Desde la basura de las cadenas de WhatsApp que invitan a repetir una oración so pena de recibir castigos bíblicos, hasta las miles de noticias falsas que por igual difunde algún vecino para vengarse de quien no le gusta en el barrio, hasta una verdadera industria de rumores y manipulación orquestada por gobiernos u organizaciones privadas con intenciones no siempre bondadosas.

Que la información que circula por twitter o WhatsApp es descontextualizada, sin rigor ni contraste o verificación  y que por tanto hay que cuidarse de ella, es lo que siempre sostienen los periodistas de los grandes medios. Y tienen razón. Pero aún siendo cierta esa premisa, lo que si no puede pasarse por alto es que las redes son aparte de la cloaca que algunos denuncian o el antro de manipulación sobre el que otros advierten, un gran banco de memoria que permite controlar, o por lo menos denunciar las mentiras de gobernantes y administradores.

Los políticos y los dirigentes casi siempre han mentido. Sin embargo, ahora, en tiempos de teléfonos inteligentes y de redes sociales, la gente del común puede tener literalmente en su mano un archivo de todas las declaraciones de sus dirigentes, para contrastarlos con sus actuaciones y reclamarles por su voto.

La reforma tributaria que el gobierno nacional intenta pasar en el Congreso  bajo el eufemístico nombre de Ley de Financiamiento, ha sido el escenario actual para que en las redes sociales le recuerden al actual Presidente de la República todas sus declaraciones anteriores en contra de la última reforma tributaria de Santos.

El verbo encendido del entonces Senador o candidato Duque criticando la reforma Santos por no ser estructural y por estar montada exclusivamente sobre el IVA, un impuesto que, “según el fomenta el contrabando y afecta el bolsillo de los colombianos” o llamando a sus votantes a “derrotar de una vez por todas esos impuestos asfixiantes” o proponiendo días sin IVA, le estan saltando ahora a la cara en cada red social donde le recuerdan sus videos y declaraciones prometiendo exactamente lo contrario de lo que ahora  propone en su reforma tributaria.

Es muy probable que los políticos no dejen de mentir por el simple hecho de que cualquiera se lo pueda demostrar con la grabación de un audio o de un video. Pero si los políticos no pueden dejar de mentir, sus votantes si pueden dejar de premiarles sus mentiras. Porque cuando se vota por una promesa que se sabe irrealizable, no se es víctima, se es cómplice.