Maldita corrupción | El Nuevo Siglo
Lunes, 7 de Enero de 2019

Si algo nos tiene en el atraso infeliz en el que vive Colombia, es el flagelo de la corrupción. Los dirigentes que deberían dar ejemplo de honestidad y transparencia se lucen por las investigaciones en su contra que les abren durante o después de su gestión. Pocos se salvan y a los que no investigan, los cuestionan por su proceder.


La capacidad de acción de los entes de control está limitada por el sistema de elección de sus cabezas, que deben ir a buscar los votos de los congresistas a quienes después, podrían investigar. El sistema está organizado para que el “tú me eliges, yo no te investigo” sea un seguro de vida.


Guido Nule fue puesto en libertad el pasado 28 de Diciembre del año pasado y se fue a pasar vacaciones a la playa de Barú a descansar de sus días de prisión (pobrecito). Después de haber sido parte de uno de los mayores casos de corrupción y de robo en la capital del país, no se entiende cómo pagó solo siete de los 19 (escasos) años de su pena. Ser pillo paga, porque se roban un jurgo de plata, la reparten entre los secuaces, pagan poquitos años en la cárcel y salen a vacaciones como cualquier hijo de vecino.


En estos días me dio por investigar noticias del día en que nací. Hace 43 años (ya casito) y me sorprendió que en la primera página del periódico El Tiempo había dos titulares sobre corrupción. El primero hacía referencia a Lookheed una empresa estadounidense que pagó sobornos en distintos países del mundo para vender sus aviones militares. En Colombia hubo sobornos recibidos por funcionarios pero al final no supo qué pasó. Y el segundo, el juicio que se le adelantaba en la Corte Suprema de Justicia al excontralor general del país Jorge Enrique Escallón Ordoñez, quien se encontraba como reo ausente.

Cambiando un par de nombres, esos titulares podrían ser de hoy. Colombia esta jodida, y me perdonan la expresión tan clara. Y ya que hablo de los Nule, reflexionemos en temas de fondo sobre la corrupción y Bogotá. Ustedes ¿por qué creen que la ciudad no tiene metro? ¿Por qué la ciudadanía no puede tener vías dignas para movilizarse? ¿Por qué la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO) no se ha construido? ¿Por qué la autopista norte es una trocha? ¿Por qué la Calle 13 es una vergüenza? La razón no es por falta de arquitectos e ingenieros urbanos capaces de diseñar una ciudad inteligente y eficiente.


Como hace más de 40 años en el periódico y las noticias mencionadas, hoy en día sigue ocurriendo que el presupuesto público se lo roban entre los que elegimos y sus coequiperos de gobierno. Y como tenemos una justicia hecha a la medida de los corruptos, termina pasando que al cabo de unos añitos sí los agarran, salen libres y siguen aspirando a llegar al poder para seguir robando. Hoy la responsabilidad de elegir bien en las elecciones de este año es imperiosa. No solo elegir buenos administradores públicos, sino gente intachable y capaz de batallar la corruptela que arraigada en las entidades impide que con los escasos recursos que tenemos, se construya infraestructura física y social para el beneficio de todos.