Hipocriquitiquitos | El Nuevo Siglo
Martes, 12 de Diciembre de 2017

“Eso es ser cretino” le espetó Seusis Pausivas (alias Jesús Santrich) a un periodista de RCN que insistía en preguntarle a Jairo González (alias Byron Yepes) sobre el terrible tema de los delitos sexuales en las filas de las Farc-Ep. La reacción de Pausivas fue usada inmediatamente por todos esos “defensores” de la libertad de prensa que solo aparecen cada que la supuesta amenaza proviene de quienes han definido anticipadamente como sus enemigos.

A la cabeza de todos, rasgándose las vestiduras de su velo de imparcialidad y objetividad apareció la condena de Claudia Gurisatti a quienes secundaron todas esas cuentas de medios digitales claramente afectos a la extrema derecha en general, y al  uribismo en particular.

En realidad están armando una tormenta en un vaso de agua. Y además tergiversan a Pausivas que para empezar no le dijo “cretino” al reportero, sino “eso es ser cretino”, deducción discutible, pero en todo caso inane como supuesta amenaza a la libertad de prensa.

La Farc como partido político está apenas debutando en semejante escenario y mucho me temo que sus integrantes están siguiendo los peores ejemplos para tratar de ser exitoso en ese competido y nada sano mundo. Como eso de que los extremos se juntan es más cierto que la letra de un bolero, entonces alias Santrich ha decidido parecerse cada día más a María Fernanda Cabal. Si la imprudencia y la mala leche le producen réditos publicitarios a esa prócer del uribismo, pues a imitarla. Al fin y al cabo, una regla de ciertos políticos es la figuración. Cualquier cosa, menos el anonimato.

Ahora bien, si de ser un fenómeno político y de no bajar nunca en las encuestas se trata, el ejemplo a seguir es claramente el de Álvaro Uribe Vélez. Y llegados a ese punto, pues parece lógico que insultar periodistas, amenazarlos e incluso perseguirlos le gusta a los electores. Y si no les gusta, por lo menos no les disgusta, pues no castigan semejante comportamiento de su líder.

No creo que haya duda alguna de que llamar a un periodista “amigo del terrorismo” o “periodista mafioso” o pedirle que agradezca por no haber sido extraditado y llamarlo “periodista extraditable” por su ofensor de turno es realmente una amenaza, no solo contra la libertad de prensa sino contra la integridad personal del propio amenazado. Pero todos esos graves epítetos del jefe único del CD son celebrados por sus copartidarios e incluso secundados por otros periodistas. El Colombiano de Medellín, por ejemplo,  siempre actúa como caja de resonancia de ellos.

No recuerdo a RCN TV o a muchos de los que hoy reprueban a alias Santrich, condenando esas actitudes de Uribe y de los uribistas contra Daniel Coronell, Cecilia Orozco, Yohir Akerman o Hollman Morris. Al revés siempre me ha parecido que las celebraban.

Y como el mal ejemplo cunde y más cuando da resultados en popularidad en las encuestas y en presencia en los medios, pues la Farc no ha hecho sino aprender del mejor.

Y así nos va.

 

 

@Quinternatte