El desarrollo social | El Nuevo Siglo
Sábado, 3 de Febrero de 2018

La salud es una condición especial para el logro del desarrollo y uno de los fines de una sociedad urgida de progreso. La longevidad no es señal total de vitalidad. Vemos pueblos con vidas deficientes, mal alimentados, marginados, abúlicos y sin ambiciones económicas, espirituales, culturales y sociales.

El concepto de salud no se refiere únicamente a la “ausencia de enfermedad”. La frustración humana no se debe solamente a factores patógenos. También la carencia alimentaria, el maltrato físico, la falta de oportunidades y el rechazo llevan a la desesperación y a la muerte.

Los expertos anotan que la desnutrición en una comunidad es catastrófica. Conduce a la enfermedad y a la merma de energías para trabajar. El débil cuando labora, su rendimiento es mediocre. Diferente es la actitud del robusto, del optimista, del estimulado. El que come y duerme bien, necesariamente rinde en forma óptima.

Los ingresos insuficientes generan nuevamente mala comida y fastidio por la vida.

¿Dónde empieza y dónde termina el anterior circulo vicioso, llamado horizonte de la miseria? La alimentación es la primera necesidad del ser humano para vivir. Y si lo consigue por las buenas, excelente. De lo contrario se dedica al trabajo informal, a mendigar o a cometer actos ilícitos.

La cantidad, calidad y clase de alimentos nutritivos consumidos por una persona determinan su estado físico, mental y afectivo.

La mala nutrición en los niños, anotan los médicos, determina que la infancia en la escuela de sectores pobres se frustre y fracase aparatosamente. Por desnutrición, al comienzo de la vida mueren miles de infantes, pues no resisten ningún tipo de enfermedad. El organismo es altamente vulnerable.

La desnutrición no tiene como principal causa un desequilibrio entre la producción y la demanda social de alimentos, sino en los desequilibrios en la distribución de dicha producción.

A la mala nutrición se suman la falta de vivienda, de vestuario y la inadecuada higiene pública e industrial, además de las múltiples enfermedades propias del ambiente tropical. Otro factor determinante de insalubridad es el escaso abastecimiento de agua potable y de servicios adecuados para la eliminación sanitaria de los desechos humanos.

Pese a los esfuerzos de los gobiernos para mejorar el estado de la salud de la población, aún subsisten muchos elementos que explican el pésimo estado de la salud, en las clases menos favorecidas.

 

Los miserables, los desempleados, los habitantes de tugurios, los excluidos, no tienen acceso a la salud. El dinero que los gobiernos asignan a la salud es limitadísimo, frente al derroche que se aprecia en otros aspectos.

En dinero se gasta en salud, preferencialmente, olvidando la prevención. Lo curativo es lo esencial. Se olvida que es más económico y recomendable vacunar, informar, orientar y capacitar para evitar mil dolencias que por ignorancia postran a la población.

“Cuero sano, mente sana”. Ojalá se pusiera más énfasis en la educación relacionada con la buena salud. El buen médico no es el que hace una buena cirugía, sino el que la evita.